junio 23, 2025

CAYEYE


MOTE DE GUINEO O CAYEYE


Por Edgar caballero Elías

Es de común conocimiento que este plato de comida tiene su origen en la Zona Bananera, Fundación, Aracataca, Ciénaga y Santa Marta, en la época que estuvo la Compañía Frutera de Sevilla originaria del “País del Norte”comercializadora de la fruta.

Cuando el guineo no cumplía con los requisitos para ser exportado era rechazado y lo botaban. La gente lo recogía y se ingeniaban las formas de comerlo ya fuera hervido (puré o mote), en sopa o frito en tajaditas.

En Ciénaga y otros pueblos vecinos de la zona bananera lo llamaban el “manjar verde”, y es bien conocido que a los niños antes que le saliera los dientes de leche ya habían probado, de alguna manera, el guineo verde en papilla o puré, ideal para la alimentación de ellos, importante por ser su primer contacto con los alimentos sólidos y pudieran masticar, además de su fácil asimilación para el estómago de los pequeños.

El cayeye era el guineo maduro, así se le conoció desde la variedad Gros Michel, un excelente producto de exportación hasta la década de los años 50. Su gruesa cáscara lo hacía resistente a los maltratos o golpes durante su transporte y sus racimos fácil transportados por barco.

Muchos recordarán que en años anteriores el guineo maduro se podía encontrar en los lotes de la finca que maduraban de los racimos caídos de sus matas doblegadas por los vientos huracanados que soplaban en la zona la fruta era tapada con hojas de guineo para protegerla de la humedad y picadura de insectos evitando su descomposición.

Lo llamaban “Guineo Tigrillo” por las pintas o manchas de coloración marrón que le salían parecidas a las manchas que le salen a los tigrillos. De ahí la expresión “vamos a comernos unos  tigrillitos” que era la palabra adecuada para expresar cuando estaban listos para su consumo.

Su variedad azucarada por naturaleza lo hacía más dulce a medida que maduraba resultando su sabor mucho más agradable y para muchos más apetitoso. Era un guineo muy apetecible y de gustoso aroma característico de la variedad Gros Michel. Su sabor, textura y color cuando estaban en su punto, listo para ser consumido, indicaba su madurez, “voy a comerme un cayeye”, decían entonces. 

Caso parecido con el mote de ñame, un tubérculo comestible que se usa en la alimentación, rico en nutrientes, que al cocinarse se convierte en una base suave y cremosa, mientras que el queso costeño aporta un sabor salado y característico equilibrando el sabor del plato que lo caracteriza mucho porque es un componente fundamental en su preparación. Al agregarle agua, cebolla, ajo, sal al gusto, queso duro (en cuadritos) y otros ingredientes, se origina esta sabrosa sopa cremosa y espesa, llamada “mote de queso”, un plato tradicional de la costa norte de Colombia. Y aunque tiene variaciones regionales, se considera originario de los departamentos de Sucre y Córdoba. 

Personas oriundas de aquella región y conocedores de su gastronomía consideran que el nombre original de este plato de comida, debe ser “mote de ñame” por ser un tabernáculo el principal ingrediente. 

Con relación a la palabra cayeye que es posible que sea una deformación fonética del vocablo “Cayey”, del lenguaje Taíno que se refiere a los pueblos indígenas arahuacos que habitaban en las Antillas o Islas del Caribe, un grupo étnico bien establecido en la sierra del mismo nombre de la Cordillera Central al Suroeste de Caguas, Puerto Rico. 

Hay una teoría que dice provenir del lenguaje indígena que se habló en las antillas. Se hablaba en las Bahamas, Puerto Rico, Cuba, Haití y significaba “un lugar de las aguas”. Otras han sugerido que significa “gente buena”.

El mote de guineo es hoy más que un plato de comida muy apreciado por la gastronomía costeña y otros lugares del país. Llegó a los restaurantes más exclusivos no esperados transformados en platos exquisitos, su sencillez y fácil preparación le ha permitido no solo degustar su buena comida sino conquistar también el paladar de sus comensales. Cocido y machacado con mantequilla con queso costeño rallado y preparado de variadas formas, han hecho del mote de guineo verde el eje central de ese alimento que hoy se sirve desde pequeños restaurantes familiares hasta los más reconocidos y destacados restaurantes como un plato Gourmet denominado “cayeye”, nombre que nace por iniciativa estimulante del artista samario Carlos Vives utilizando el término dándole “Status Social” al mote de guineo, plato típico de las clases populares que era consumido como “guineo apachangado con queso”. 

Hoy este plato de comida se puede disfrutar servido con chicharrones, arepas, huevos pericos o huevos fritos, etc. Sin perder su esencia original. Y así, desde entonces, el ingenio y la creatividad de campesinos, amas de casa y cocineros profesionales de grandes dotes y reconocido prestigio, le han sacado punta al guineo verde del que no solo sacan mote sino mazamorra, patacones, tajaditas, harinas y hasta de cuántas ocurrencias más.











junio 15, 2025

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      junio 14, 2025

      YO NACÍ EN FUNDACIÓN: COSTUMBRES DEL AYER





      Por: Joaquín Villa Calvano 

      Yo nací en Fundación, y me crié en el barrio Centro, a los alrededores del Parque 7 de Agosto, donde LA FAMILIA era el comienzo de todo. No había dramas porque las situaciones se cortaban de raíz... y borrón y cuenta nueva!.

      Si te portabas mal te daban un chancletazo o varios, y si te ponías malcriado y contestón te daban en la boca y en caso de sangrar nuestras madres nos untaban de tomate y azúcar. Los niños NO discutían con sus padres, los padres eran la ley!

      Los primos eran tus hermanos, y los compañeros del colegio tus primos. Los profesores eran modelo y no se les faltaba el respeto.

      Mis Padres me enseñaron a saludar, a despedirme, a decir gracias y a pedir permiso. Y Jummmmm... a entender el lenguaje de los ojos! 👀.

      Salíamos a jugar con los vecinos de la cuadra. Todos juntos, era toda una aventura!...

      Nos subíamos a los árboles a coger mangos, mamones, nísperos peras, grocellas, almendras y guayabas. 

      Las niñas jugaban a la comidita con las hojitas de los palos, también reinados, y bautizaban las muñecas.

      Comíamos lo que nuestras madres cocinaban y PUNTO!: granos, pollo, carne, pescado, verduras, frutas, sopita y seco. 

      Por las mañana, casi todos los días... esperábamos a NICO, el vendedor de guineos maduros, nos pegábamos a su ferry y él nos regalaba guineos. 

      Por las tardes merendábamos un raspao, o un helado de cono al son de la campanita del mismo (cuando se acercaba el primer adulto al carrito, éste terminaba comprándole a TODOS los niños de la cuadra.

      Nos gustaba hacer los mandados a la tienda del sr. Fermín, ya que siempre nos daba una "ÑAPA".

      Y ni se diga de las panochas cuando pasaba el carretillero pregonando: pan, pan, pan 🎵🎵 Las paletas o bolis de agua, el peto, las alegrías, los bollos !!!

      Jugamos a fútbol, béisbol, boliche, el yoyo, la pirinola, la botella, el trompo, el escondite, la peregrina, a brincar la cuerda, la lleva, que pase el rey, a recorrer el mundo, al escondido, a stop (destreza motora gruesa), a los jazzes (destreza motora fina)..., o muchas horas a la orilla de nuestro orgulloso Río Fundacion...

      Podíamos caminar de arriba para abajo o nos montábamos en nuestras bicicletas Monareta o Chopper (el que tuviera), patinábamos e íbamos a jugar a casa de un vecino (y no entrábamos a los cuartos).

      No teníamos miedo a nada (cuando se iba la luz nos sentábamos con la familia en las terrazas a oír cuentos y mirar al cielo estrellado hasta que los más pequeños nos dormíamos). 

      Respetábamos a nuestros ancianos o personas mayores. Se nos enseñó el respeto por los demás y por la propiedad ajena.

      No se hablaba si un adulto estaba conversando. 

      Las contadas peleas eran a puños, y eso mientras nos nos separaban.

      Los niños no teníamos armas, excepto revólveres de palo o de fulminantes para jugar a los vaqueros!

      En Carnavales echábamos maizena y el miércoles de ceniza echábamos agua o tirábamos bolsitas de agua, y nunca hubo problema alguno... Como gozábamos!!!

      Cuando se hacía de noche sabíamos que era hora de entrar, con un llamado de nuestra mamá o un chiflido de nuestro papá.

      Nos encantó ir al Colegio, teníamos amor, cariño y respeto por los profesores!

      De la boca de nuestros ancianos escuchábamos historias y consejos. Sabíamos que si le faltábamos el respeto a algún adulto nos darían un correazo, nalgada, cocotazo, jada de patilla, muchas veces con el rejo de Martín Moreno, la chancleta voladora, la regla, o una buena pela con la mano.

      Cuando pasaba un avión, todos los niños salíamos a verlo y le gritábamos a voz en cuello : Adioooos! Adioooos! Jejejejeje

      Y ni se diga de bañarse en un aguacero debajo de los chorros; eso era diversión pura!!!.

      Íbamos a la casa de nuestros vecinos donde nos daban comida a todos! Nadie cogía nada sin permiso y no se hacía desorden porque siempre nos ponían a recogerlo.

      Conocíamos a todos los de la cuadra y de pronto a los de tres o cuatro cuadras más allá, y TODOS, nos echaban ojo!.

       Esperábamos con ansias la época de Navidad {8-24-31}, era la época era la más hermosa de nuestra niñez.

      Como me gustaría que pudieramos volver a esos tiempos...

      Porque estamos perdiendo a nuestros hijos en una sociedad sin respeto a la autoridad, sin valores.












      Escribenos: esquinadelprogreso@gmail.com