A principios del siglo 20 la radio era el único medio de comunicación que unía a los costeños en su vida social, cultural y religiosa, pero fue Radio Libertad la que se destacó entre todas las emisoras del litoral caribe. Radionovelas, radioperiódicos e historietas basadas en sonidos eran las encargadas de entretener a la población urbana y rural.
Luego apareció la televisión el 13 de junio de 1954, al cumplirse un año del mandato de la dictadura del general Gustavo Rojas Pinilla.
La capital del Atlántico, sin duda, fue el epicentro por donde arribaron los adelantos y las nuevas tecnologías del siglo veinte. Una de esas novedades que llegó por la Puerta de Oro fue precisamente la radio, el ingeniero Elías Pellet, quien luego de muchos esfuerzos y acaparar muchos conocimientos en el área de la electrónica, inauguró la primera emisora de la ciudad el 8 de diciembre de 1929, a la cual le llamó La Voz de Barranquilla.
El escaso acceso a la música era una de las barreras para la radio local de la época, la poca cantidad de radioreceptores que existían hacía mucho más costosa la producción de la misma.
Años más tarde surge un empresario que lo revolucionaría todo, se trata de Roberto Esper Rebaje, un visionario no solo en el comercio, sino en el mundo de las telecomunicaciones, la prensa y la radio, director fundador de la casa editorial La Libertad, quien con sus grandes aportes al desarrollo de los medios de comunicación, le brindó a la comunidad una alternativa radial que llegara a todos los rincones del caribe, como medio de información, comunicación y de entretenimiento.
Roberto Esper Rebaje era hijo de libaneses y había nacido en el barrio San Roque de Barranquilla. Creció desde muy pequeño en el ambiente del comercio, por lo que desde los cinco años trabajo comenzó vender tinto. Su deseo de crear su propia emisora lo sembró su padrino Julián Meléndez, quien era propietario de la emisora La Voz del Litoral, que gozaba de mucha acogida para la época.
RADIO LIBERTAD
«Con la Fuerza de la Verdad»
El 1 de octubre de 1963 nace la emblemática radio del caribe colombiano.
Dentro del mundo de las comunicaciones, Don Roberto Esper Rebaje fue uno de los precursores no sólo en Barranquilla, sino en toda la Costa Caribe con Radio Libertad, Radio Reloj, Emisora Fuentes, Ondas del Caribe en Santa Marta, Emisoras Unidas, Radio Playa Mendoza, Radio Aeropuerto, Radio Tropical, Emisora 1220 y Emisoras Fuentes en Cartagena.
Además de tres diarios: ‘La Libertad’ en Barranquilla, ‘El Espacio’ en Bogotá y ‘La Verdad’ en Cartagena.
En Radio Libertad, se llevaron a cabo las primeras emisiones de radioteatros con presentaciones de artistas, se hicieron concursos al aire para aficionados al canto.
Don Roberto decía: «Tanto las emisoras como los periódicos se han convertido en ‘escuelas’, donde llegan los estudiantes o recién graduados en periodismo y después que aprenden el oficio, alzan el ‘vuelo’ y se van a otros medios locales y nacionales».
Esa situación hacía sentir orgullo a Don Roberto Esper y lo llenaba de satisfacción. Por eso, a sus pupilos talentosos les recordaba diciendo: “Vea mijos, nadie es eterno en la vida, vaya creando su propia empresa”.
Fue la Emisora Radio Libertad la precursora de importantes locutores que marcaron un antes y un después en la radio como: Marcos Pérez Caicedo, Gustavo Castillo García, Ventura Díaz Mejía, Cécil Pardo Bornachera, Rafael Pérez Hernández «El Premier», entre otros, y que luego dio paso a la apertura de nuevas estaciones radiales que a comienzos de la década de los años 70´s se consolidaron como lo que hoy se conoce como Cadena Radial La Libertad.
En principio, don Roberto Esper y Nadin Fayad ( su cuñado) fundan la Cadena Radial La Libertad, donde Radio Libertad con la antena mas alta de la región, de 120 metros y 50 Kilovatios de potencia, cubría toda la costa, esto, con el objetivo de servir a toda la comunidad de la Costa Caribe.
Precisamente, por esa potencia la gente prefería mandar los mensajes a sus familiares por este medio de comunicación que por el marconi, ya que sus mensajes llegaban más rápido que Telecom, abarcando sintonía en islas Antillanas, parte de Venezuela y toda la costa Norte Colombiana.
El telegrama de la Costa
En Plato a comienzo de los años sesenta, un chibolero en una época invernal, le pregunta a otro:
– ¿Cuando vas pá Chibolo?
Contestó el contertulio:
– Jus carajo, ahora mismo pá Chibolo no entra ni Radio Libertad.
Es que durante décadas los pobladores de los pueblos más recónditos de la Costa recibieron la influencia de la radio Barranquillera, en especial los pueblos ribereños del Departamento del Magdalena. Ondas hertzianas, que con el tiempo se convirtieron en una necesidad, en una tradición.
Esta realidas es la razón de que los pueblos del Magdalena, conozcan más a Barranquilla, que a Santa Marta su capital; y que sean aficionados más al Junior, que del Unión Magdalena.
Comienzos de Radio Libertad
Esa influencia radial comenzó el 8 de diciembre de 1929, cuando la radio dio su primera muestra con la H.K.D, La Voz de Barranquilla, gracias a Elías J. Peller Buitrago.
Esa sintonía de Barranquilla con el Magdalena, se acentúa más a partir de 1963, cuando Don Roberto Esper Rebaje, funda Radio Libertad; medio que se convirtió en el referente comunicacional de toda la Costa, con su programa favorito el “Diario Hablado”. Fue el antecedente del internet, de la telefonía celular y las redes sociales.
Servicio Social
Radio Libertad se convirtió en un medio indispensable para los costeños, su servicio social de mensajes permitió que sus oyentes contaran con una forma eficaz e inmediata de comunicación. Se enviaban cartas de amor, conmemoraciones de cumpleaños, cobros, anuncios de defunción, felicitaciones del día de la madre, y todo lo que la necesidad les exigía. Servicios sociales provocaba que toda la región estuviera atenta diariamente a los famosos radios Phillips y Víctor.
Un servicio social decía:
– “Pongan burro en la embocá, que el sábado va Juan Camacho pa’ El Yucal, Bolívar”.
El diario hablado
Por el “Diario Hablado”, programa noticioso de tres emisiones diarias, pasaron locutores de la talla de: Marcos Pérez Caicedo, Gustavo Castillo García, Ventura Díaz Mejía, Eduardo Hernández Vega, Fernando Awad Blanco e Ítalo Iguarán Pertúz.
– Sucede que llegaron a Barranquilla, unos empresarios italianos promocionando un producto medicinal llamado FOFOGEN. Pasaban los días y nada que las ventas colmaban las expectativas de los empresarios.
Fue cuando un barranquillero les insinuó que lo promocionaran en el “Diario Hablado” que dirigía Marcos Pérez, por Radio Libertad, quien con su voz potente anunciaba todos los días:
– “Si te quieres sentir bien, toma FOFOGEN”.
No pasó mucho tiempo cuando las farmacias empezaron a recibir campesinos de toda la Costa, solicitando que le vendieran el remedio que anunciaba Marcos Pérez, por el “Diario Hablado”.
Otros programas
– “Quiero Amanecé“: programa mañanero de Boris Vergara de la Rosa, con la manta en el aire.
– “Rapsodia Vallenata“: musical de Rafael Xiquet Montes.
– “Rancheras y Vallenatos“: el programa madrugador de Robinson Calvo Luque.
– “Política con Libertad“: en las horas de la noche después de la tercera emisión del “Diario Hablado” presentado y dirigido por Fernando Awad Blanco.
– “Fiesta Costeña”, “La Feria de las Canciones”, “Por los Caminos de la Costa”: programas dirigidos por los hermanos Beltrán Pupo.
– “Aquí la Costa“: programa de la tarde dirigido por Cecil Alfonso Pardo Bornachera.
– “Grito Costeño“: programas folclóricos de Radio Libertad.
Los hermanos Ramón, Remberto Beltrán Pupo eran los corresponsales de Radio Libertad. Todo el Caribe era de ellos, recorrían pueblos y ciudades, desde Córdoba hasta la Guajira… haciendo un periodismo que integraba y construía región.
ROBERTO ESPER REBAJE
Un auténtico emprendedor empírico
En 1923 desembarcaba en el muelle de Puerto Colombia, Teófilo Esper con su esposa Labibe Rebaje, provenientes del Líbano, frente al mar Mediterráneo.
El 5 de abril de 1926 nacía en el seno de esa familia Roberto Esper Rebaje, en el emblemático barrio San Roque de Barranquilla.
Roberto Esper se convertiría en un personaje excepcional durante el siglo pasado y en los primeros años de la actual centuria, por su capacidad de emprender diversas actividades, todas encomiables.
Siendo muy joven, y estudiando en el colegio Salesiano de la calle 30, frente a la iglesia de San Roque, que aún mantiene sus actividades académicas, le tocó trabajar para ayudar al sustento de su familia.
Como lo narra en una entrevista, desde temprana edad vendía café, guarapo y otros artículos con su hermano, en medio de grandes privaciones.
En una visita de Carlos Gardel a Barranquilla se le puso de frente hasta lograr una foto con el zorzal criollo, quien le dijo que iba a ser un triunfador por ser tan decidido.
Roberto y su hermano trabajaron luego en el mercado público y allí los cogió el Bogotazo, acaecido por el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, lo que tuvo sus consecuencias en Barranquilla, donde mucha gente enardecida quemó emisoras y protagonizó disturbios que alcanzaron la plaza de mercado y los pequeños negocios de don Roberto.
Después de estos acontecimientos se ideó el supermercado Robertico, llegando a tener varias sucursales y un éxito importante con el lema de vender barato con una administración económica. Decía que su universidad “era la calle” y se consideraba “un pasajero de este mundo”.
También se convirtió en empresario de espectáculos públicos, siendo el primero en traer a la Arenosa al “jefe” Daniel Santos, luego a la magistral Sonora Matancera y a Celia Cruz, Pedro Vargas, Toña la Negra y la Tongolele. Muchos años después trajo a Heriberto Fiorillo al Festival Internacional de las Artes en el marco del Carnaval de Barranquilla.
Como si fuera poco fundó el equipo de fútbol La Libertad, que mantuvo tres años.
Pero en lo que más se destacó fue como empresario de medios de comunicación, desde la fundación de Radio Libertad, la emisora más poderosa de la región en esa época.
Allí se formaron talentosos periodistas como Marcos Pérez, Juan Gossaín y Édgar Perea, entre otros.
Llegó a tener quince emisoras, una de ellas Ondas del Caribe, en Santa Marta. También fundó el periódico La Libertad en 1979, un 7 de abril, el mismo día de la efeméride de Barranquilla.
Creó en Cartagena el periódico La Verdad y compró El Espacio, de Bogotá, su última audacia.
Decía que la tecnología avanza diariamente, como los celulares y que iba a realizar proyectos hasta que muriera, lo cual ocurrió el 24 de febrero de 2017.
ROBERTO ESPER, UNA LEYENDA
Fue todo un personaje de los medios de comunicación. Con sus emisoras y periódicos en Barranquilla, Santa Marta, Cali, Cartagena y casi al final de sus vida en Bogotá, escribió con sudor, paciencia y persistencia, lo que para pocos era un imposible.
No hubo periodista, político, empresario, gobernante, funcionario, o profesional destacado que no dialogara con Roberto Esper Rebaje, este polifacético hombre de los medios de comunicación radiales e impresos, que se convirtió en una leyenda.
Don Roberto fue un protagonista, un apoyo importante a la prensa, a sus actores y trabajadores. Los periodistas y representantes de las distintas generaciones le deben mucho a sus empresas, en ellas se formaron y se proyectaron.
Don Roberto, leyenda del periodismo por su aporte a esta noble labor, siempre le estuvo presto a brindarle oportunidad a los comunicadores y periodistas para labraran un camino profesional. Simpre decía en medio de una leve sonrisa: “Yo los formo y otros se lo llevan”.
A su avanzada edad no demostraba sus años, porque su mente permanecía joven, con rápidas salidas, y la sagacidad en sus respuestas que siempre lo caracterizó.
Dialogaba con verdadera seguridad sobre la vida social y todos sus componentes, pero lo que más le gustaba era hablar de periodismo y se preocupaba cuando quienes desarrollan esa labor no tenían el deseo de investigar a fondo como lo hacían los veteranos colegas, las generaciones pasadas y expresaba con tristeza que muchos comunicadores eran conformes con lo que les llega a través de las redes sociales y no ibán más allá de los acontecimientos, no escudriñaban la manera de obtener la noticia por si solos y esperan a que la misma se produzca a través de una rueda de prensa.
Su cerebro andaba a millón, cuando lanzaba una idea, ya estaba pensando en otra para responder a su interlocutor sin titubear. Sin hacer en muchos casos una medición de los riesgos a emprender, se apoyaba en su inexorable experiencia para lanzarse a los retos.
Es por eso que la sociedad ve con asombro como a pulso el personaje que nos ocupa ha edificado su empresa granito a granito.
Orgullosamene Roqueño
Nació en el Barrio San Roque, sector barranquillero que estuvo conformado por muchas familias extranjeras, que asentaron su proceso de vida en ese entorno debido a que quedaba a pocos pasos del comercio de la ciudad y es que junto con Rebolo, fue uno de los barrios más importante de Barranquilla.
Sus padres le enseñaron e inculcaron la tesón del trabajo, lo que le ayudó en abrirse paso y ganarse su propio sustento.
ROBERTICO
Robertico, así se le llamaron por cariño sus amigos y conocidos, los viejos habitantes de la capital del Atlántico. Motivado por el empuje de sus antepasados comenzó a abrirse paso a paso en el mundo empresarial desde temprana edad, prácticamente era un mozalbete, como decía Chelo De Castro- entre los 18 y 19 años; edad en la que un joven está más preocupado por la diversión y las mujeres, que por los negocios. Pero las enseñanzas inculcada por sus abuelos y padres le llenaron del deseo de superación para abrirse independientemente y comenzar un cambio relativo para la ciudad, que forjaría para la región un nuevo estilo de progreso y de empresas.
La creación de los supermercados le permitió de forma honrada ser un hombre de proyectos, de prosperidad. y los fundó sin que la ciudad estuviese acostubrada al autoservicio, con un lema que caló en el consumidor: “Compre como pobre y coma como rico”. Fue un gancho que le trajo buenos resultados, hasta el punto que constituyó una cadena, donde se apoyó de su cuñado Nadim Fayad, con el que hizo siempre una buena pareja comercial.
Supermercados
El primer Supermercado Robertico inició su actividad en la calle 30, la principal despensa por muchos años; siguió con la de San Nicolás, Mercadito de Boston y calle 76. Anteriormente no existían cadenas de este estilo de mercar, sino que el ciudadano común se abastecía en los mercados públicos, con incomodidades, y faltas de higiene. Roberto ideó unos establecimientos en donde se pudieran adquirir alimentos, y otros productos de primera necesidad en un solo lugar, en mejor condiciones ambientales y a precios cómodos.
Emisoras
El negocio de la radio lo inicia el 1º de octubre de 1963, en una vieja casona del barrio El Prado, que hoy, además de Radio Libertad, alberga cinco emisoras más y uno de los periódicos más emblemáticos de la ciudad. Luego Emisoras Unidas, Ondas del Caribe de Santa Marta, Emisoras Fuentes de Cartagena, La Fabulosa de Cali, Radio Aeropuerto, Radio Tropical, Playa Mendoza y la emisora 1.250.
Roberto Esper Rebaje, como buen roqueño, que se untó de esa energía de los comerciantes que formaban el núcleo del progreso de ese momento, de la gente de su entorno vio más allá de la realidad de lo que acontecía y como ya estaba tentado por ese gusanillo llamado emprendimiento, dejó a un lado todo; inclusive a los que no presagiaban buenos augurios, sino que se cerraban en los inconvenientes que solo en la mente de estos se enclavaban y no mostraban soluciones.
En sus entrevistas destaca que el Diario La Libertad nace para cubrir los espacio dejados por otrora importantes periódicos como El Nacional, diario vespertino y el Diario Del Caribe, lo que lo motivó a afianzarse más en ese proyecto que tenía en mente desde hacía años y fue entonces cuando de igual manera se interesó porque en Cartagena también hubiese un medio escrito con la popularidad del periódico barranquillero.
Don Roberto Esper también incursionó en el negocio de los taxis, las telas y hasta la venta de repuestos.
Empresario de la música
Fue también dentro de su multiciplidad de negocios, y “travesuras empresariales” empresario musical y de grandes espectáculos. Logró traer por primera vez a Barranquilla a un sinnúmero de artistas de la talla de Celia Cruz, Bienvenido Granda, Nelson Pinedo, Daniel Santos Betancurt. La Sonora Matancera de Cuba los que presentó en el desaparecido teatro La Bamba, ubicado en el Barrio San Roque, Avenida Boyacá, tambiñen llamada calle de las vacas o simplemente la calle 30.
Casa de puertas abiertas
Su casa siempre fue un espacio de Libertad, de desahogo, de inspiración en el comienzo de muchos. Fue una sede de puertas abiertas por donde desfilaron una serie de personajes, nacionales e internacionales, expresidentes, exgbernadores, exalcaldes, exdiputados, exconcejales, exrectores, exgerentes y todos los ex, habidos y por haber. Don Roberto también fue un ex, porque fue concejal, estuvo en lista a la Cámara, Senado y fue hasta exdirigente cívico y comunal, que lo llevó a fundar el Movimiento de Integración Civica, MIC, hasta que dijo: “Esto no es con Chan” y yo sigo los medios de comunicación, a tal punto que hasta decidió cerrar los supermercados, lo mío es la radio y los periódicos dijo un día y así lo hizo.
Thomas Alva Edison manifestaba que “Las personas no son recordadas por el número de veces que fracasan, sino, por el número de veces que tienen éxito”. Y por ello Roberto Esper se ufana cuando un colega nuestro que estuvo ligado a sus empresas triunfa y se destaca, tal como lo expresó cuando el periodista barranquillero Marco Schwartz Rodacki, de amplia experiencia profesional, asumió el cargo de Director de El Heraldo. Recuerda cuando lo veía llegar al diario a realizar su trabajo con dedicación y con la misma seriedad que siempre lo ha distinguido.
Muchos de los que lo trataron lo reconocen como el emprendedor de Barranquilla que sin haber ocupado cargos importantes contribuyó a su desarrollo.
En sus ultimos años de vida quiso superar el aspecto regional, y se enfocó en la capital del país, con la adquisición de El Espacio, cuyo sistema informativo quiso variar, para darle cabida a otros campos noticiosos, donde no solo tendría cabida la crónica roja, sino las demás secciones importantes para la sociedad como, las noticias económicas, políticas, deportivas, culturales y generales.
Compañeros de hazaña
En sus charlas no dejaba de mencionar a quienes formaron parte de la familia de la Libertad, entre ellos, Gustavo Castillo García, Ventura Díaz Mejía, Fernando Awad Blanco, Heriberto Pacheco Noriega, Carlos Oliveros, Wilderson Archbold Ayure, Rafael Lafaurie, Ricardo Diaz de la Rosa, Vilma Cepeda, Carlos Osío Noguera, José Orellano, Jorge Mariano, Jorge Medina, Carmen Peña Visbal, Arturo Donado, Rafael Xiques, Rocky Moncada, y el tan recordado Luis Camacho Montaño. Dijo que de mencionarlos a todos le tocaría escribir un libro para que sus nombres queden plasmados en la historia.
Siempre vivió cada situación por muy difícil que fuere con su buen sentido del humor.
Lo más admirable de este protagonista es que nunca paró de soñar con nuevos proyectos, un emprendedor que a pesar de su edad octogenaria no dejó de crear cosas como la de los dos nuevos diarios al final de su existencia.
Saludaba con una palabra que lo ha inmortalizó; Mijo. No le gusta decirle a nadie doctor, licenciado, señor, sino simplemente… Mijo. Esa forma de tratar le permitió compenetrarse con los demás.
DISTINCIONES
Roberto Esper Rebaje en su vida recibió muchas distinciones. En el 2013, el Concejo de Barranquilla que le concedió la Medalla Barrancas de San Nicolás, haciéndolo merecedor del máximo e importante reconocimiento, que se le otorga a un personaje destacado en el aspecto social, educativo y cultural y él como empresario se caracteriza por aglutinar esas características fundamentales en un núcleo, por ser fundador de una gran cadena de emisoras y de importantes medios escritos.
La Universidad Autónoma del Caribe a través de su rector, Ramsés Vargas Lamadrid, reconoció y destacó su trabajo frente de una de las cadenas más importantes de la Región Caribe honrándole con la entrega de un pergamino conmemorativo a éste como su fundador y Director al conmemorarse los 50 años de fundación de Radio Libertad, emisora matriz de la Cadena Radial La Libertad, “ que se ha convertido, con tesón y esmero, en un referente de las comunicaciones en Colombia, por la que han pasado importantes profesionales del periodismo, muchos de ellos, egresados de la Uniautónoma”.
Por su parte el Gobernador del Atlántico, José Antonio Segebre igualmente participó del homenaje al destacado empresario, concedeiendole en nombre de la administración departamental la medalla ‘Puerta de Oro de Colombia, destacando la importancia de Don Roberto Esper para la construcción de una mejor sociedad a través de los medios de comunicación que dirige, además de contribuir con el engrandecimiento de Barranquilla y el departamento con la cadena radial y la prensa escrita con calidad y en medio de anécdotas y recuerdos que ratifican el espíritu cívico y humanista de este barranquillero con sangre libanesa, como lo expresó el mandatario seccional.
Nadie nunca pudo saber qué clase de energizante tomaba don Roberto. Lo cierto es que, a las cuatro de la madrugada, a sus 90 años de edad, estaba sorbiendo la primera taza de café para salir a revisar los transmisores de sus 8 emisoras encendidas.
Eso fue así, desde cuando en 1962 montó las bases para la antena y los transmisores de su primera estación radial.
Para él todas fueron sus ‘pechichonas’. Pero cargó en su corazón de viejo león cansado, más no vencido a ‘Radio Libertad’. Su primera emisora.
Un episodio de niñez marcó su vida
Vivían en una casa vieja de patio enorme en el barrio San Roque. En el patio vecino un muchacho, ya mayor, tenía enjaulado un hermoso canario cantor, de pico blanco y alas brillantes que el pajarito estiraba con la ilusión de volar. Era solo un espejismo, porque las cuatro esquinas de su cárcel de alambre y varillas de madera no lo dejaban salir. Su padre Teófilo Esper, quien había llegado a Barranquilla en 1923 con su compañera conyugal Labibe Rebaje procedentes del pueblo de Miniora, en el Líbano, lo veía siempre rondando la jaula del pajarito cantor.
Como el gato de la tira cómica que se inventa miles de artimañas para comerse a Piolín, y siempre termina estrellado y golpeado. Y Piolín en su jaula, sano y contento.
Teófilo le repetía: “¡Robertico, cuidado se te da por tocar esa jaula!”.
“No, papá. Yo solo miro el pajarito y oigo su canto”.
Hasta que un día Robertico vio que el pajarito amaneció triste. Como enfermo. En su mente de niño pensó que, si le abría la puerta y salía a la libertad, se le quitaba el dolor que tenía. Así fue. No más Robertico le abrió la puerta el pajarito salió volando. Hasta el sol de hoy.
El dueño del pajarito, furioso, vino a reclamar. Y don Teófilo, como toda respuesta, le dio a Robertico una sonora limpia, con una penca de cuero, que él jamás olvidó y que más tarde asoció con la libertad que merecen los seres vivientes, especialmente el ser humano. Para pensar. Expresar lo que siente. ¡Poner a volar su imaginación!
Un vendedor nato
A los 13 años Robertico se animó y le dijo a su papá que deseaba trabajar para ayudar con la economía en casa, que no era tan halagüeña. Don Teófilo le preguntó: “¿Pero, ¿qué harás, mijo?”.
“No se preocupe, yo sé defenderme con la lengua”, le respondió Robertico pensando en que tanto sus padres como sus hermanos mayores aún tenían dificultades para hacerse entender en español en una Barranquilla burlona y desabrochada…en cambio él le conocía todas las mañas y costumbres a los barranquilleros, sus dichos, sus groserías, sus apodos más comunes, de tal manera que no le quedó difícil salir la primera mañana con un bulto de cebolla roja en un costado, el peso de latón y porra de madera, y en el otro brazo “las mejores telas traídas de “Beirut, de Bagdad, de Siria, ¡del Cairo!”. Y la gente se le arremolinaba, especialmente el personal femenino. En medio día Robertico con su labia de prestidigitador vendía todas sus telas y el bulto de cebolla sin caminar más que dos o tres cuadras.
Resultó tan buen vendedor, que a los cuatro meses ya era mayorista de telas, de ajo, cebolla y manzanas. Su mente volaba como la de su pajarito cantor que siempre recordaba. Como había mucha gente aficionada al fútbol, fundó el equipo profesional La Libertad, y participó en varios torneos. Lo matriculó en el fútbol profesional y lo mantuvo tres años.
Por esos días las emisoras repetían a diario las canciones de Daniel Santos, Toña La Negra, Pedro Infante, La Sonora Matancera, la Tongolele. Y la gente suspiraba por ver algún día a esas estrellas en Barranquilla. Era una quimera. ¿Quién se iba a arriesgar a invertir tanta plata para traer a un artista tan caro? ¿Y si no le acudía el público? ¡Se arruinaba!
¡Quién dijo miedo!
Un 5 de abril, día del cumpleaños de Robertico, todas las emisoras de Barranquilla trinaron: “¡Atención, viene el inigualable Daniel Santos en persona! Se presentará en los teatros Colombia, La Bamba, Tropical, Rialto, Águila…precios populares”.
Todos los teatros se llenaron de bote en bote y Robertico tuvo que repetir presentaciones en Barranquilla y le solicitaron que llevara el artista a Santa Marta y Cartagena.
Con los bolsillos llenos producto de su primera aventura como empresario musical a lo Enrique Chapman, pero sin tantos embustes, de inmediato se arriesgó a traer a la Sonora Matancera, a Toña La Negra, a la electrizante Tongolele (que por poco acaba con un matrimonio barranquillero porque el marido, un prestigioso empresario, enloqueció por los encantos físicos de la Tongolele, en especial por su bien formado pompis y pectorales).
No contento con todas esas estrellas, su público le pidió al propio Pedro Infante, actor y cantante mexicano que estaba de moda, a la par que Jorge Negrete. ¡Pues trajo a ambos en un gesto de osadía, que por poco le cuesta un carcelazo!
Pedro Infante era un permanente mamador de gallo. Negrete, un auténtico charro mexicano, bigotudo, engreído, de rostro adusto y poco amigo de bromas. Resulta que por esos días Negrete estaba de pelea con su eterno amor, la María Félix, que había sido amante y musa de Agustín Lara.
El travieso de Pedro Infante se acercó a Negrete y le dijo, muy serio, “Hombre Jorge, ¡qué vaina!, acabo de llamar a México y la primera noticia que me dan es que la Doña (así le decían a María Felix), acaba de reconciliarse con el caricortada (así apodaban a Lara por una herida que le produjo una meretriz amante suya en la cara con un vidrio roto). Negrete corrió para donde Roberto Esper y le exigió el pago de la mitad de la gira (faltaban presentaciones en dos ciudades).
Esper le respondió que no podía hacer eso. Negrete, furioso, cogió a Robertico por el cuello, Pedro Infante se metió por el medio. Cuando Robertico estuvo libre de su agresor, lo levantó a muñeca limpia, hasta cuando vino la Policía y se los llevó a todos. Menos mal que el Cabo de turno era amigo de Robertico y la cosa le salió “barata”.
El salto grande
La verdad es que tuvo suerte para todo. “¡Hasta para el amor! Me casé con una gran mujer, Nadime Fayad, que Dios tenga en su santa gloria, tuvimos unos hijos maravillosos y me apoyó mucho para mirar hacia otros horizontes. Fundé el Supermercado Robertico. Abrí otras dos sucursales”, sostuvo Robertico.
Mira hacia atrás, a lo profundo de esos 90 años de vida y saca a flote sus teorías. “Mi universidad fue la calle. Ahí aprendí todo lo que sé, que es mucho. Los años te dan sabiduría. Yo me considero un pasajero de este mundo, y por eso trato de ser buena persona con quienes me relaciono”.
Considera que su salto grande fue cuando fundó Radio Libertad, la entonces emisora más poderosa de la región. La estación radial a través de la cual los campesinos de las regiones más remotas enviaban sus mensajes para que sus amigos o sirvientes le fueran a llevar los burros a la vera de un camino o vereda transitable, porque donde estaban “de vainas entra Radio Libertad” por el barro espeso y las permanentes lluvias.
Radio Libertad pronto se convirtió en un hervidero de talentos. Marcos Pérez Caicedo, Juan Gossaín, Edgar Perea, Abel González Chávez, el Compae Manué y Mingo Martínez, Gustavo Castillo García, Ventura Díaz Mejía, Sofy Martínez, Rubén Alonso, Alcy Acosta, Mario Gareña, Pacho Galán, Doris Salas. “Esa emisora era un manicomio hermoso. Más, cuando el loco de Gustavo Castillo se inventó el concurso del cantante del barrio. El radioteatro se taqueaba”.
Fue un taúr
Una de sus tantas debilidades (además de las muchachas bonitas) son los casinos. Después de duros meses de trabajo, se iba con unos cuantos dólares a los mejores casinos de Aruba, Panamá y hasta a los más afamados casinos de la capital mundial del juego, Las Vegas, Estados Unidos.
“No lo voy a negar, soy un jugador empedernido, más no soy un perdedor. En los casinos gané mucha plata. Tenía mis secretos. Uno de ellos es que no frecuentaba siempre el mismo casino ni la misma mesa. Te cuento un secreto: Casi todos los jugadores pierden porque se enamoran de un número y lo juegan siempre hasta cuando pierden hasta lo que no tienen.
Yo, no. En la ruleta primero me fijaba en lo que estaba saliendo; si era el 2, yo apuntaba el 0 y el 1, el antes y el después, para ir a la fija. Y así ganaba y ganaba, porque cambiaba de número cada vez que la ruleta daba un salto y cambiaba de número repetido a intervalos. Y así era en las maquinitas. Ya les conocía el truco, y terminaba ganándoles la jugada. Me llenaba los bolsillos. Esa plata no la derrochaba. La ahorraba para facilitar mis importaciones. Con el tiempo, gracias a que fundé el Diario La Libertad, me hizo sentar cabeza. Me obligó a leer. A prestarle mayor atención a la cultura, a los asuntos intelectuales, fui concejal y presidente del Concejo”.
Roberto Esper Rebaje, hijo de una de las tantas familias inmigrantes que recalaron en el único puerto colombiano que abría sus brazos con cariño a libaneses, sirios, palestinos, chinos, japoneses, alemanes, ingleses, italianos.
Carlos Gardel, llamado ‘el zorzal criollo’ por su melodiosa voz, predijo el futuro del niño de 9 años que le pidió una foto que el cantor gaucho llevaba en su bolsillo.
Roberto Esper Rebaje, el niño de 9 años que le pidió una foto que Carlos Gardel tenía en el bolsillo el día que se presentó en Barranquilla en la Plaza de San Nicolás en 1935. Antes de subir al balcón de Lacorazza Hermanos, Gardel, ‘El zorzal criollo’, bajó dos escalones y le entregó la foto. “¡Vos serás un triunfador, pibe…eres muy decidido!”. En la foto, caprichos de la vida, Gardel está ante una jaula con un hermoso canario adentro. Un pájaro cantor que a Robertico le trajo los recuerdos de aquel que él dejó en libertad ganándose una cueriza de su padre. El cantor gaucho moriría días después en el accidente aéreo en el aeropuerto de Medellín.
La voz de Gardel fue profética. Robertico fue un triunfador. Dueño de los primeros supermercados que hubo en Barranquilla, de la primera emisora de 50 kilovatios de antena. Llegó a acumular 15 emisoras, que fue vendiendo poco a poco, o apagando para mantener la licencia en su poder, pero nunca quiso venderlas todas a una sola cadena radial que le ofreció una enorme fortuna por todas sus frecuencias.
Hoy tiene solo 8 emisoras, entre ellas la pechichona “Radio Libertás”, Radio Reloj, Emisora Fuentes, Ondas del Caribe, Emisoras Unidas, con una visión tremenda para darle a cada emisora una estrategia de sintonía. Además, fundó en Cartagena el periódico La Verdad, y en Bogotá compró el tabloide El Espacio.
Para el diario y sus emisoras aplica una filosofía sencilla. “Soy amigo de todos los grupos políticos y religiosos. Pero, eso sí, no me dejo comprar por una pauta para tapar el sol con las manos. Si el funcionario es corrupto, hay que denunciarlo. Soy enemigo de propuestas indecentes. No me gusta la adulación. Y me precio de ser amigo de todos mis colegas dueños de periódicos, a quienes constantemente los saco de apuros prestándoles papel. Porque siempre tengo una gran reserva. Papel bien cuidado porque lo traigo en contenedores desde el mismo Canadá. Todas mis materias primas y maquinarias las traigo así. Es más seguro”.
Robertico Esper, genio y figura, ejemplo de consagración al trabajo y digno de que este 5 de abril, al cumplir sus 90 abriles se le haga un merecidísimo homenaje.
Hablar del comercio en Barranquilla y su evolución es indudablemente hablar del desarrollo de una ciudad y toda una región, en la que es indiscutiblemente merecedor de su historia don Roberto Esper Rebaje, nacido el 5 de abril de 1926 en Barranquilla, quien no solo dejó una huella en la llamada arenosa, sino que marcó la historia propia del comercio como pionero con la creación de los Supermercados «Robertico» en Barranquilla con el sistema de autoservicio.
Roberto Esper Rebaje vivía en una casa vieja de patio enorme en el barrio San Roque, en compañía de su padre Teófilo Esper, quien había llegado a Barranquilla en 1923 con su compañera conyugal Labibe Rebaje procedentes del pueblo de Miniora a través del muelle de Puerto Colombia.
Don Roberto se formó en la escuela salesiana y se graduó como bachiller en el Colegio Americano. Desde temprana edad, demostró habilidades comerciales, tanto, que de muy joven chico llegó a organizar un mini circo a la edad de 5 años, lo que llamaba la atención de sus padres y vecinos.
Terminado sus estudios y a sus escasos 20 años, motivado por el comercio y con un capital de arranque que le ayudó su padre, comenzó en un andén en corazón del comercio de Barranquilla, donde sobre un mantel grande tendido en el piso frente al local de Ferretería Colombia ubicado en la carrera 42 entre las calle 30 y 31 a vender telas, donde al caer la tarde-noche, le pedía el favor a Don Fausto Muñoz Rodríguez, propietario de la ferretería (Depósitos Colombia con sucursal en la carrera 38 con calle 58 del barrio El Recreo) para poder guardar allí su mercancía.
Con Don Fausto Muñoz Rodríguez eran interminables las charlas del deporte furor novedoso por aquellas calendas como lo es el Fútbol. Don Fausto fue junto a sus hermano el fundador del equipo Sporting de Barranquilla en 1923, lo que motivaba la atención de Don Roberto Esper y motivo en su madures comercial en traer al profesionalismo al equipo ‘Libertad’ en 1954, cuyos jugadores en gran parte fueron facilitados en su gran mayoría por Fausto Muñoz y el Junior, toda vez que estos dos últimos habían salido del torneo nacional y Libertad sería la costa de la ciudad en el campeonato.
Continuando con la evolución dentro del comercio de Roberto Esper, su impulso y gran salto se da con la muerte del político caudillo liberal, Jorge Eliecer Gaitán en 1948, cuando en el país se dieron una serie de hechos violentos con el enfrentamiento de los llamados Godos y Liberales, hasta el punto que el comercio se vio afectado con incendios a locales comerciales y Barranquilla no fua ajena a ello, donde la Iglesia de San Nicolas, el edificio donde funcionaba Emisora Atlántico (carrera 41 con Paseo Bolívar), entre otros establecimientos fueron blancos de las llamas.
Lo anterior llevó a muchos propietarios a rematar sus mercancías en busca de lograr recuperar algo entre sus millonarias pérdidas, lo que con un buen olfato y a la vez solidario con los comerciantes compró en gran cantidad, siendo esto el motivo que lo arriesgó en alquilar un local para vender sus mercancías.
Su primer negocio en un local un pequeño local de telas llamado «Almacén Robertico», iniciado en 1948 en la carrera Progreso (carrera 41) con calle de Jesús (calle 37).
«Almacén Robertico,» fue un modesto local de telas en la carrera 42 entre las calles 30 y 31. La visión de Roberto Esper lo llevó a fundar la empresa textil llamada ‘Robertico Limitada’ en la década del 50, sentando las bases para su incursión en el mundo de los supermercados.
En 1950don Roberto Esper comienza su carrera como empresario de los supermercado como pionero en Barranquilla. Creó la cadena de supermercados minorista Supermercados Robertico en los cuales alcanzó un éxito total en sus inicios, tanto, que se expandió por toda ciudad.
Roberto Esper y los Supermercados «Robertico» se convirtieron enpioneros en el autoservicio al introducir en Barranquillala idea de comprar alimentos en grandes superficies comerciales, promoviendo el lema «Compre Como Pobre y Coma Como Rico en Supermercados Robertico.
Es importante recordar que allí, dentro de un sitio donde para esa época era común encontrar pisos rústicos, encontrabas todo tipo de mercancía comestible, víveres, telas y hasta electrodomésticos que incluso, en casa de mis padres, aún se conserva un minibar movible elegante adquirido allí. Los precios era supe económicos tanto al por mayor como al detal.
Expansión de los supermercados Robertico
En 1950 comienza su carrera como empresario en crear cadenas de supermercados minorista Supermercados Robertico en los cuales tuvo su éxito en sus inicios en que se expandió en toda ciudad
Diversas sucursales marcaron la presencia de Supermercados «Robertico» en la ciudad, en primer lugar el primer local en la calle 30 con carrera 42 (administrado por su hijo mayor Roberto) y el de San Nicolás en el Edificio Volpe (propiedad de Don Vicente Volpe), Callejón del Mercado (carrera 42), incluyendo el de Boston en la calle 58 con carrera 43 esquina. Aunque algunos tuvieron una existencia efímera como el de la carrera 51 con calle 75 (administrado por su esposa Nadime Fayad de Esper), Carrera 46 con calle 90,Villatarel, calle 84 con carrera 67 (donde posteriormente colocaron una Olímpica), sin embargo, los de la calle 30 y el del mercadito de Boston, se destacaron y dejaron una impronta en la memoria colectiva.
La saga de Supermercados «Robertico» culminó con el último establecimiento en la carrera 46 con 90, aunque breve en duración, no disminuyó el impacto que tuvo en la comunidad. La historia de Roberto Esper Rebaje y sus supermercados sigue siendo parte integral del tejido histórico y empresarial de Barranquilla.
Edificio Robertico y Edificio Traad: Testigos históricos de Barranquilla en una Nueva Etapa
Dos emblemáticos edificios en el corazón del centro histórico de Barranquilla, el Edificio Robertico, conocido en su funcionamiento en conexión (proyecto de Oreste Lenci) del antiguo Muvdi y el Edificio Traad, ubicado en la calle del Banco (30a), acera Oriental con entrada principal desde la antigua Calle de las Vacas (30), se están preparando para una nueva etapa de relevancia.
El Edificio Robertico, cargado de historia y significado arquitectónico, fue restaurado para albergar a los vendedores reubicados del Paseo de Bolívar. Este proyecto no solo preserva el patrimonio arquitectónico, sino que también proporciona un espacio revitalizado para la actividad comercial en la ciudad.
NADIME FAYAD DE ESPER
La esposa de don Roberto nació un 29 de octubre, en un hogar de migrantes libaneses. “Doña Nadime, fue una mujer con un gran carisma, talentosa, trabajadora, alegre luchadora y muy dedicada a su familia por quien expresaba un amor incondicional.
Nadime Fayad Moisés era le segunda hija de una pareja libanés que había llegado a Colombia con una maleta de sueños en busca de alcanzar una vida sosegada y próspera. sus padres Assad Fayad y Catalina Moisés se establecieron en el corazón de Barranquilla, que en esos años era el emporio del progreso en el comercio y donde se manejaban los grande negocios.
La familia Fayad Moisés junto con sus dos hijos Nadin y Nadime se establecieron en el barrio San Roque que era la cuna del desarrollo económico de la ciudad donde unidos fundaron sus primeras empresas.
Con el paso de los años la encantadora joven Nadime se convirtió en una mujer hermosa que cautivó el corazón de Roberto Esper Rebaje un agraciado muchacho que incursionaba en el mundo de los negocios, al poco tiempo contrajeron nupcias y de esa unión tuvieron cuatro hijos.
A doña Nadime, se le recuerda como toda una dama que con su amor maternal, dedicada a su familia. Uno de sus anhelos más grande era brindarle a sus hijos lo mejor para que pudieran recibir una educación de calidad y llegar a ser excelentes profesionales.
Era tan meticulosa y organizada que dirigía su hogar pero nunca se alejó del mundo de los negocios, al contrario era el motor que impulsaba las corazonadas de su visionario esposo. Junto a Don Roberto trabajaban hombro a hombro para sacar a delante sus empresas ella dirigiendo un supermercado ubicado en la calle 76 y su esposo el Diario La Libertad y la Cadena Radial, trabajando siempre en equipo para hacer surgir ambos negocios.
Sus hijos la recuerdan como la madre cariñosa muy cálida que desbordaba un gran amor pero cuando tenía que guiarlos lo hacía con gran templaza.
A pesar de ser una barranquillera de pura cepa jamás se apartó de sus raíces por ello con mucha dedicación aprendió a cocinar la comida arabe hasta convertirse en una gran experta e igualmente tenía un dominio del idioma arabe originario de sus padres Assad y Catalina y enseñaba a sus hijos para que también lo hablaran y recordaran a sus ancestros.
MUERTE
La muerte de don Roberto se produjo luego de que su hija Nadine lo encontrara en su residencia con fuerte espasmo estomacal que resultó ser una hernia de la que tuvo que ser intervenido quirúrgicamente.
Esper Rebaje permaneció en delicado estado de salud en sus últimos días, el 24 de febrero del 2017 falleció a sus casi 91 años, luego de varias horas en estado crítico en la Clínica Iberoamericana de Barranquilla.