junio 07, 2025

MONS. BERNARDO BOTERO ÁLVAREZ

El Obispo que estimuló la construcción 
de la Iglesia San Rafael


Mons. Bernardo Botero, CM

Fue Obispo de Santa Marta entre los años 1944 y 1956, periodo en el que fue creado el municipio de Fundación (1945). Animó la construcción de la Iglesia San Rafael, la cual bendijo en 1947, y autorizó la llegada de las hermanas Terciarias Capuchinas a la Fundación en 1947.

Historia

Nació en Sonsón, Antioquia, el 10 de junio de 1891, hijo de Belisario Botero y María Teresa Álvarez, tuvo 14 hermanos, de modo que “mamá Teresa” decía que habían sido 5 muertos muy niños, otros 5 para el servicio de Dios y otros 5 para el servicio del prójimo (que fueron los 5 casados).

Es interesante anotar que de los cinco religiosos, cuatro fueron vicentinos: Mons. Bernardo, Dolores (Sor Helena), Cecilia (Sor Margarita) y Sor Cristina; y una salesiana: Sor Josefina. 

Además entre los cinco casados hubo en cuatro familias al menos un religioso así: de Ignacio era Sor Cecilia Botero Cuvides, religiosa Juanista; de Carolina: Teresa (Sor Carolina), Sor Cecilia y Sor Inés Echeverri Botero, vicentinas y la Hermana Leonor Echeverri Botero Carmelita Misionera; de Germán el Padre Macario Botero Jaramillo, sacerdote de la Arquidiócesis de Medellín; y de Gabriela Sor Oliva Botero Álvarez, vicentina. Agustín no tuvo hijos. 

Estamos hablando, entonces, de una de las familias con más miembros religiosos en la historia de Colombia y, naturalmente en la historia de Sonsón, lo que podríamos llamar una familia “levítica”.

Vicentino

Monseñor Bernardo ingresó a los 14 años a la Congregación de la Misión, o Vicentinos. Se formó en la Escuela Apostólica de Santa Rosa de Cabal en 1905. El 14 de agosto de 1910 vistió el hábito religioso, hizo su noviciado y estudios eclesiásticos.

Se ordenarse sacerdote el 23 de junio de 1918, en Cartago, Valle, de manos de Mons. Eladio Perlaza, primer obispo de Cali.

Su primera Misa solemne la celebró en Sonsón del 2 de julio siguiente y fue predicada por el Pbro. Roberto Jaramillo Arango, excelente orador sagrado.

Los dos primeros años de su ministerio los pasó en Santa Rosa de Cabal, luego fue nombrado prefecto de disciplina del Seminario de Tunja. En 1922 regresó a Santa Rosa de Cabal con el cargo de procurador y allí fundó la Congregación de Hijas de María, para difundir la devoción a Nuestra Señora. Durante sus primeros dos años de ministerio adquirió fama de buen predicador y de director de conciencias en el confesonario.

Más tarde fue nombrado Procurador del Seminario de Ibagué y de este cargo pasó a regentar el mismo Seminario hasta que los padres Vicentinos lo entregaron a la diócesis.

 En octubre de 1938 fue nombrado Rector del Seminario de Tunja que dirigían los Padres de la Misión. Un año más tarde fue elegido para representar en Paris a la comunidad Lazarista en un Consejo General de la comunidad. 

Obispo de Santa Marta

El Papa Pio XII lo nombró obispo de Santa Marta el 5 de julio de 1944 para suceder a Mons. Joaquín García Benítez. 

Recibió la ordenación episcopal el 24 de agosto en Bogotá, de manos de Mons. Carlos Serena, Nuncio Apostólico en Colombia. Fueron obispos coconsagrantes los Excmos. Crisanto Luque y Gerardo Martínez, obispos de Tunja y de Garzón respectivamente. 

En la ceremonia estuvieron presentes la madre del prelado, sus hermanos: las religiosas y los casados. Pocos días después visitó Sonsón para celebrar su Misa pontifical.

Tomó posesión de la Diócesis de Santa Marta el 29 de septiembre de 1944. 

Mons. Bernardo encontró que no había propiamente un seminario en la ciudad, el Seminario menor estaba en Ocaña, que para entonces pertenecía a la diócesis de Santa Marta, y los seminaristas del seminario Mayor vivían en el edificio de lo que hoy es el Asilo de Ancianos en el Barrio El Cundí. Por ello entre sus principales tareas estuvo la de reabrir el Seminario y continuar su construcción. Esta decisión tuvo tanto éxito que se llenó el centro de estudios, el cual encomendó a los padres de su comunidad Vicentina, también conocida como Paulistas o Lazaristas. El primer rector fue el P. Juan Felix Londoño y lo siguieron los padres Matías Job y José Manuel Segura.

Impulsó también la Acción Católica de forma definitiva y él mismo asistía a las reuniones provocando un gran florecimiento del apostolado laico.

En Santa Marta solo existía la parroquia que la Catedral, entonces, en 1947 creó una segunda, la de San Francisco, que en 1962 fue consumida por un incendio.

Las parroquias de la Catedral y la de San Juan Bautista de Ciénaga, que eran las principales de la diócesis, estaban en manos de los padres agustinos, quienes las entregaron al obispo y éste nombró sacerdotes diocesanos. Cinco parroquias de las riveras del Río Magdalena que eran atendidas por los padres Javerianos también fueron asumidas por curas diocesanos. 

Parroquia San Rafael de Fundación

En 1947 mons. Bernardo Botero consagró el nuevo y bello templo de la Parroquia San Rafael de Fundación, cuya construcción se desarrolló durante su episcopado y estuvo estimulada por él. Esta magna obra, que se convirtió en el sitio emblemático de los fundanenses, estuvo a cargo del P. Narciso Chiquillo Jiménez.

La Iglesia de estilo republicano inició su edificación con ocasión de la erección de Fundación como municipio en 1945.

Igualmente, este Obispo aprobó la llegada a Fundación de las Hermanas Terciarias Capuchinas, el 21 de diciembre de 1947, para que desarrollaran su misión evangelizadora en esta ciudad con la fundación del Colegio de La Sagrada Familia.

Otros logros

Mons. Tulio Botero Salazar, CM y
Mons. Bernardo Botero Álvarez, CM

Durante el tiempo que Mons. Álvarez estuvo en Santa Marta escribió 14 cartas pastorales, documentos llenos de doctrina, en los cuales insistía en los deberes elementales del cristiano tales como la confesión, la comunión, el matrimonio sacramental y las vocaciones sacerdotales.

Recorrió varias veces la diócesis y merece mencionarse la que hizo por los pueblos del río Magdalena en medio de grandes inclemencias por la pobreza e ignorancia de sus pobladores, con recorridos a caballo por falta de vías de comunicación. 

Revivió la parroquia de Tenerife, que había sido atendida por San Luis Beltrán. 

Durante su permanencia en Santa Marta se ordenaron cuarenta y cinco sacerdotes: cuarenta de sus propias manos, entre ellos algunos sacerdotes que fueron párrocos en Fundación, como el P. Jesús Emel Arévalo, y el P. Adriano Puentes. Otros cinco presbíteros fueron ordenados por su Obispo Auxiliar, Mons. Alfredo Rubio Díaz, quien ordenó al P. Pablo Helí Ortíz (quien fue párroco de Fundación).

En el pontificado de Monseñor Álvarez, la Diócesis de Santa Marta contó con los dos únicos obispos auxiliares que ha tenido esta sede: Mons. Pedro José Rivera Mejía (junio 25 de 1951 a febrero 20 de 1953, quien luego pasó a ser el obispo de Socorro y San Gil), y Mons. Alfredo Rubio Díaz (julio 7 de 1953 a mayo 29 de 1956, quien fuera luego obispo de Girardot). Estos obispos los había solicitado a la Santa Sede para que le ayudaran con el pastoreo de tan extensa diócesis.

También ordenó a los Obispos: Pedro José Rivera Mejía y Tulio Botero Salazar; fue coconsagrante de los Monseñores Arturo Duque Villegas, Bernardo Arango Henao, Baltazar Álvarez Restrepo y Alfredo Rubio Díaz.

Su diócesis comprendía el actual Departamento del Magdalena, y la actual Diócesis de Ocaña, donde amplió su Seminario Menor, la cual fue segregada en 1962 y elevada a diócesis.

Acompañaba a su clero en los ejercicios espirituales de cada año y hacía memorables instrucciones a los sacerdotes las cuales se conservan de su puño y letra.

En 1950 asistió en Roma a la proclamación del Dogma de la Asunción de la Santísima Virgen como consta en una placa a la entrada de la Basílica de San Pedro donde figuran todos los obispos asistentes.

Arzobispo de Pamplona

El 29 de mayo de 1956 recibió la noticia de que era promovido a la sede de Pamplona como primer arzobispo y en ella duro solo tres años por su prematura muerte.

Con inmenso dolor salió de Santa Marta, pero Pamplona lo recibió con júbilo y también allí se entregó por sus 67 sacerdotes y los 450.000 fieles de las 52 parroquias. Visitó 14 de ellas. 

La provincia eclesiástica estaba conformada por las diócesis de Socorro y San Gil, la de Bucaramanga, Cúcuta acabada de crear y la Prelatura de Bertrania, hoy diócesis de Tibú.

En 1959 al sentirse delicado de salud viajó a comienzos de junio a Medellín para hacerse un tratamiento y, cuando ya estaba en mejores condiciones y emprendía el retorno a su sede arzobispal lo sorprendió la muerte el 28 de junio de 1959.

Sobre su tumba se escribió el siguiente epitafio:

BERNARDO BOTERO ÁLVAREZ
DE LA CONGREGACIÓN DE LA MISIÓN
ANTES OBISPO DE SANTA MARTA
FUE EL PRIMER ARZOBISPO DE NUEVA PAMPLONA
AUNQUE POR BREVE TIEMPO
INSIGNE POR LA PRÁCTICA DE LA BONDAD
EL MANSÍSIMO VARÓN
POSEYÓ LAS MENTES Y LOS CORAZONES DE TODOS:
REPENTINAMENTE PERO PREPARADO
FUE ARREBATADO DE ENTRE LOS VIVOS
EL 28 DE JUNIO DE 1959
A LA EDAD DE SESENTA Y OCHO AÑOS.
DESDE LA BIENAVENTURANZA ETERNA
VELE POR SUS OVEJAS EL PASTOR.






Ver también:










No hay comentarios:

Publicar un comentario

Escribenos: esquinadelprogreso@gmail.com