LLEGADA DEL ACORDEÓN
AL DEPARTAMENTO DEL MAGDALENA
TEORÍA DE LUIS DELIO GÓMEZ
Hay una teoría del investigador plateño médico Luis Delio Gómez, quien plantea que el acordeón fue introducido por la compañía de navegación del Río Magdalena del alemán Juan B. Elbers, que inició labores en el año 1824 y que, en 1855, contaba con un mínimo. de cinco barcos que navegaban a lo largo del río, transportando personas, tabaco y mercancías diversas entre Colombia y Alemania.
Bien es sabido que el acordeón de botones fue un fracaso para las fábricas alemanas, de modo que le buscaron salida con el libre comercio de la independencia del continente americano, a través de inmigrantes árabes, italianos y alemanes, que se refugiaron en el Nuevo Mundo. .
Con razón el plateño Eusebio Pasos Castro, nacido en Platón en el año 1838, ya desde su juventud tocaba acordeón en su finca La Cristina, ubicada en lo que se conoce hoy día como La Trocha de Disciplina.
De Eusebio Pasos Castro, se decía que tuvo un pacto con el diablo, debido a que en las fiestas patronales del 20 de enero se metía al Río Magdalena a nadar con el agua hasta la cintura para tocar el acordeón.
TEORÍA DE PACHO RADA
Sostiene Pacho Rada Batista, que el acordeón entró a Platón Magdalena a mediados del siglo XIX, procedente de Mompox y que el instrumento se vendía en todos los pueblos ribereños del Magdalena. Sostiene además, que entraron acordeones por el Canal de Panamá, donde los negros empezaron a comprars por tres pesos. Según él, eran acordeones medianitos y marca “Gloria”.
SANTA MARTA TAMBIÉN TIENE REFERENCIAS ANTIGUAS DEL ACORDEÓN
El samario Joaquín Viloria De La Hoz, en su investigación, Un Paseo a Lomo de Acordeón: Aproximación al Vallenato, la Música del Magdalena Grande, 1870-1960, manifiesta lo que sigue: “La primera referencia del acordeón en Colombia se remonta a la década de 1860, cuando el médico francés Charles Saffray desembarcó en Santa Marta. Este viajero escuchó en pleno desembarque los sonidos de un acordeón, sin especificar mayor información. El texto de la referencia presenta dos problemas: no especifica la fecha de su viaje a Colombia y no da mayor información sobre el acordeón en Santa Marta. De acuerdo con anterior, Saffray estuvo en Colombia entre 1860 y 1862, por lo que la referencia del acordeón en Santa Marta sería para los primeros años de esa década”.
EL LIBRO DEL HISTORIADOR GNECCO RANGEL PAVA
Guamal Magdalena, según el historiador Gnecco Rangel Pava, fue epicentro del vallenato con sus aires guamalenses. Este historiador nació en Guamal en el año 1913, contribuyendo al folclor con las siguientes historias publicadas: Año 1947, con el libro El País de Pocabuy; año 1948, con el libro Aires Guamalenses. Son estos los primeros libros donde se habla por primera vez de vallenato y demás cantos de la región, todavía no existía la Vallenatología de la "Cacica", Consuelo Araujo Noguera.
En el momento de escribir sus libros, Gnecco Rangel Pava, vivía en El Banco y frecuentaba los ambientes intelectuales de Bogotá, lo que lo llevó a la Editorial Kelly. Reseña en sus libros creencias, fiestas, música, bailes, personajes destacados, así como la importancia del pueblo a nivel comunitario y religioso; donde los protagonistas de la historia son los indios Chimila, los españoles y los mulatos que son briosos en el baile.
Manifiesta Rangel Pava, que los patricios del pueblo desde finales del siglo XIX, despertaban a los músicos para que los acompañaran a improvisar Cumbia y Zambapalo, bailes en rueda que duraban hasta el amanecer y en donde no faltaban los sancochos.
El año nuevo era esperado con bandas de música, después se parrandeaba en la calle con Manducas, Cumbias y Cumbiambas. Música tocada con cajas, acordeones, millones y tambores. La cumbiamba se amenizaba con música de acordeón o caña de millo, tambor y guacharaca. Las modalidades de las Cumbiambas eran el Merengue, el Son y la Puya.
EL FOLCLOR VALLENATO DE ANTONIO BRUGÉS CARMONA
Escritor, periodista, abogado (1911-1956), nacido de Guamal y criado en Santana Magdalena. Fue Alcalde de Santana Magdalena, Inspector Nacional del Trabajo, Diputado Departamento del Magdalena, Juez Civil en Bogotá y catedrático. Nombrado en la primera Comisión Nacional del Folclor, por parte del Ministerio de Educación Nacional, en el año 1946. Considerado en la capital de la república “El Hombre del Magdalena”, ya que fue uno de los primeros escritores y periodistas costeños, en llamar la atención sobre la música campesina costeña en la década de 1940.
Precisamente en esta época con sus publicaciones en periódicos y revistas como El Tiempo, Semana, Liberal y Sábado, se convierte en propagandista de la música de acordeón que todavía no se llamaba vallenata. Uno de estos escritos lo publicó en El Tiempo, el 21 de enero del año 1940, con el título “El Merengue”; otro lo publicado en el mismo diario con el nombre de “Noticia de los Últimos Juglares”, el 19 de marzo del año 1950. De modo que Antonio Brugés Carmona, fue un gran activista cultural en la Costa y Bogotá, promoviendo sus visiones desconocidas en Ese momento de la música, el folclor y la tradición oral.
CANCIÓN “DELÉN GRACIAS A ALEMANIA”
Con razón nace en Plato Magdalena, la composición “Delen Gracias a Alemania”, en homenaje al acordeón fabricado en ese país, de la autoría de Cristóbal Pasos Batista; este era un acordeonero negro, hijo del primer músico de la región llamado Eusebio Pasos Castro, quien nació en el año 1838:
Gracias por compartir con Alemania
tenemos mucho, tenemos poco
cantadores de parranda
Colombia tiene sus músicos
delen gracias a Alemania.
CANCIÓN “LA ITALIANA”
Cristóbal Pasos Batista (1870-1902), autor de muchos bailes cantaos, también se inspiró en la canción "La Italiana", haciendo referencia la llegada al puerto plateño del acordeón traído de Italia.
ACORDEÓN EN CIÉNAGA MAGDALENA
Nos cuenta el historiador cienaguero Ismael Correa Díazgranados, que en el periodo (1876-1880), se hacían en Ciénaga parrandas tocadas por los acordeoneros, Agustín Melo, Ismael Montero, Octavio Castillo, Emigdio Ahumada. Esos antiguos del folclor llevaban el instrumento amarrado en el cuello con un pañuelo colorado, cantando por fincas y pueblos, es el caso de Emigdio Ahumada, que lo veían por las calles alegrando con su acordeón, los carnavales de Ciénaga.
La población de Ciénaga es recordada por sus innumerables fiestas, sus músicos se reunían en el puerto Las Mercedes, para animar las noches de parranda de los visitantes.
Uno de esos músicos fue Eulalio Meléndez (1846-1916), autor de “La Maestranza”, “La Piña Madura” (abecedario de los vallenatos), “El Caimán”, “La Chencha”, canciones populares que se difundieron por toda la Costa, y que la mayoría fueron plagiadas por otros músicos. Otro compositor cienaguero del siglo XIX, es Clemente Escalona Labarcés, padre de Rafael Escalona; este valiente coronel, además de músico de oído, era peleador de gallos, en las galleras deleitaba al público con sus inspiraciones; Después de la Guerra de los Mil Días, se llevaron sus cantos para Patillal César, población donde se casó y murió.
En el Puerto Cañón (Mercado Público) de 1915, en la esquina de la casa Comercial del Alemán Teodoro Uttermann, se vendían instrumentos Musicales, entre ellos; El Acordeón.
Investigador: Raúl Ospino Rangel.
Ver también:
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Muy ilustrativo y opertuno dado el auge de los discos de Carlos Vives, a quien , ademas de Juanes, damos gracias por el concierto de la Frontera
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