La United Fruit Company fue la compañía más importante con que ha contado el departamento del Magdalena en toda su historia
Antiguas instalaciones de la UFC ubicadas en el hoy barrio el Prado de Santa Marta |
El norte del Magdalena fue uno antes y otro después de la salida de la United Fruit Company, o simplemente Yunai, como le decían los costeños de antaño.Es que ser la base de la fuerza laboral de regiones como Santa Marta y Ciénaga por más de 60 años, significó el arraigo casi por completo a los deseos de la multinacional de controlar la economía local, el cual tuvo más desaciertos que reconocimientos.
Hasta mediados de los sesenta Magdalena fue el más importante exportador de bananos de Colombia. La producción competía por sí sola con las de naciones enteras del hemisferio, las llamadas 'Banana Republic', ubicadas en Centroamérica y el emergente Ecuador, con Guayaquil como estandarte.
Había una importante participación en el mercado mundial del producto apetecido en Europa con mayor proporción que en Estados Unidos. Sin embargo, finalizando los años 50 una mala racha que le arrojaron pérdidas en sus balances, determinó el cierre definitivo de operaciones en esta zona y trasladarse a otro lugar para establecerse.
Las exportaciones bananeras empezaron a desarrollarse desde principios de siglo por iniciativa de la empresa norteamericana United Fruit Company, la cual creó la infraestructura necesaria para convertir a ciertos municipios del Magdalena en un enclave exportador.
«Gran Flota Blanca» de la «Yunai» muelles de Nueva Orleans, 1910. |
Sus favorables condiciones se vieron interrumpidas únicamente en los períodos de la Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial, recuperándose en gran manera después de ésta.
Sin embargo, para el caso colombiano, la compañía se retiró de la zona del Magdalena en el año de 1966, mientras que se consolidaba en otros lugares del continente y del país.
El anuncio de la partida
EL INFORMADOR registró el 13 de noviembre de 1965 la noticia en primicia donde se aseguraba que la Compañía Frutera de Sevilla se iría de esta zona del país.
El gerente de la entidad, en esta en esta zona del país, Harlo Von Wald, entregaba instrucciones a sus trabajadores, lo que generó múltiples reacciones entre de parte del Gobierno y otros actores de la economía, quienes solicitaron revisión por parte del gobierno Nacional.
Aunque la compañía no entregó detalles para anunciar el cierre de actividades en el Magdalena, sí dejó claro que entre 1958 a 1964, obtuvieron pérdidas cercanas a los 48 millones de pesos, siendo irrecuperables en ese entonces.
"En algunos círculos enterados se supone que otras causas poderosas influyeron en la dramática decisión de la compañía, especialmente la inestabilidad económica del país, y la falta de protección oficial a la industria bananera del Magdalena", así se publicaba un sábado 13 de noviembre de 1965.
Al día siguiente se confirmó que la Compañía Frutera se mudaría hasta Turbo, en el Urabá antioqueño, dejando una sensación de menosprecio para algunos miembros de la clase gremial local.
Durante las seis décadas de permanencia la UFC logró cultivar unas 20 mil hectáreas de banano y alcanzó la extraordinaria cifra de 12 millones de racimos de banano exportados al año.
Zona Bananera |
« En 1928, 50 mil personas vivían en la zona cruzada por el ferrocarril y 30 mil trabajaban para la industria del banano, que se había beneficiado de la llegada de trabajadores de Bolívar, Atlántico y Santander, atraídos por los mejores salarios. Ello significó una mayor demanda de alimentos, por lo cual desde 1916 la United estableció un sistema de comisariatos donde vendía artículos que importaba en sus buques, evitando así el retorno con sus bodegas vacías. Los trabajadores adquirían las mercancías con los cupones que pagaba la compañía por su labor. De allí la inconformidad de los comerciantes y tenderos hacia la United »
En la crónica publicada por el Informador, explicaba cómo el 4 de junio de 1966, en Santa Marta se hizo el último embarque de banano desde el puerto de esta ciudad con destino a Trieste, Italia; hecho a través de una motonave Harlática que constó de 42 mil cajas de banano y 12 mil racimos de bolsas de polietileno.
Desde EL INFORMADOR se registró la última operación de la compañía en esta zona del país, la cual tuvo una ceremonia ofrecida por el gerente mencionado y posterior entrega al Puerto de Santa Marta que entraría a disponer de las oficinas de la compañía.
Por Andrés García Castaño
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