ALFREDO GUTIÉRREZ
“EL NIÑO PRODIGIO DE
DE FUNDACIÓN”

Alfredo de Jesús Gutiérrez Vital, nació en en las Sabanas de Beltrán, también conocido como Paloquemao, Corregimiento de Los Palmitos, Sucre, un 17 de abril de 1943, en el hogar conformado por Alfredo Enrique Gutiérrez Acosta y Dioselina de Jesús Vital Almanza.
De su padre, un andariego acordeonero oriundo del municipio de La Paz, Cesar, heredó el amor por la música. Su madre una campesina e ancestro indígena, quien tenía gran destreza para bailar cumbia, era de Paloquemao, poblado que se fundó con el nombre de Sabanas de Beltrán y que hoy se le dice Paloquemao porque el único árbol que había en el pueblo, un cardón, se quemó por un rayo.
Alfredo a los 4 años de edad ya ejecutaba el acordeón que su padre le había regalado.
Alfredo, fue apodado el «niño prodigio del acordeón», en Fundación, y «El rebelde del acordeón», en Valledupar. Es músico, acordeonero, compositor, arreglista y cantante de música vallenata.
Se ha coronado "Rey Vallenato" en la categoría acordeón profesional del Festival de la Leyenda Vallenata en Valledupar, en tres ocasiones, por lo que recibe el apodo de Tri-Rey Vallenato.
Gutiérrez es de los artistas vallenatos que más ha grabado producciones musicales en Colombia. En su extensa carrera artística ha recibido numerosos premios entre los que se cuentan tres Congos de Oro del Carnaval de Barranquilla; dos Trébol de Oro y un Califa de Oro, en México; cinco Guaicaipuro de Oro en Venezuela, y la nominación al Grammy Latino, en 2007 en Estados Unidos, en la categoría Cumbia/Vallenato, por su álbum El más grande con los grandes.
NIÑO PRODIGIO EN FUNDACIÓN
 |
Alfredo Gutiérrez, y Arnulfo Briceño |
La historia del Alfredo Gutiérrez en el Vallenato se llenó de gloria en el momento en que el Festival de la Leyenda Vallenata de Valledupar lo coronó en tres oportunidades como Rey Vallenato, en los años de 1974, 1978 y 1986. Hazaña que no ha logrado ningún otro artista y que deja demostrado que Alfredo es indiscutiblemente el rey del acordeón en Colombia.
Sin embargo, la historia entre Alfredo Gutiérrez y el acordeón empezó desde su temprana edad. Desde los cuatro años empezó a tocar el acordeón. A los seis años empezó a recorrer los pueblos tocando su acordeón, junto a su padre, en especial en la zona entre Sincelejo, San Pedro y Magangué, donde era llevado por conductores a los que le pedía aventón. A esta edad ya interpretaba con destreza canciones como La piña madura y La múcura.
Organizó con su padre y el profesor José Rodríguez el conjunto Los Pequeños Vallenatos, que entre otros lo integraban Arnulfo Briceño, autor del himno de Venezuela, Ay mi llanura; Víctor Gutiérrez, gran arreglista internacional, además de Alfonso y Ernesto Hernández, Adonaí Díaz, Abel Rodríguez y Carlos Castillo. Con este conjunto hizo grabaciones en Venezuela y en Ecuador, que no se conocieron en Colombia. En 1958 murió su padre, creando un gran vacío en su vida
En Fundación, el libanés Camilo George Chams, organizó en 1950 el primer festival vallenato del que se tenga noticia en Colombia, con la finalidad de promocionar en su almacén la venta de acordeones.
Don Camilo llegó a Fundación en el año 1944 donde fundó un próspero negocio. Se ganó el aprecio de la comunidad fundanense por ser un hombre popular, bailador y activista de misiones sociales, líder en la creación del Club Rotario, del Club Social Fundación y de la Feria Ganadera.
El negocio del "turco" Camilo se llamaba: “Casa George”, una miscelánea con toda clase de electrodomésticos, discos de diferentes revoluciones, radiolas, radios y artículos para labores del campo.
El establecimiento contaba además con una cortadora de acetatos, en la que grabaron los conjuntos de acordeón más relevantes que llegaron por esa época a Fundación. También vendía discos de 78, 45 y 33 revoluciones por minuto.
Se convirtió la “Casa George” en el centro de los exponentes del acordeón de la Costa, la frecuentaban los músicos para comprar o encargar su acordeón, o para grabar sus composiciones en la máquina de acetato.
Este contacto frecuente de don Camilo con los primeros juglares del folclor vallenato lo llevó a organizar los primeros concursos de música de acordeón de Colombia, el primero de los cuales se realizó en el año 1950.
 |
Los Pequeños Vallenatos En Fundación Año 1951 |
En 1951, don Camilo organizó el segundo festival vallenato de Fundación. En esta competencia ocupó el primer lugar “Chema” Martínez, quien interpretó por primera vez el éxito vallenato “Jardín de Fundación”, de autoría de su hermano Luis Enrique.
En ese festival se presentó también el conjunto "Los Pequeños Vallenatos", del cual Alfredo Gutiérrez era el acordeonero y cantante, mientras que el cucuteño Arnulfo Briceño tocaba la guitarra.
Los Pequeños Vallenatos fueron la sensación del evento folclórico, razón por la cual Alfredo Gutiérrez, quien tenía solo ocho años, fue declarado “El Niño Prodigio del Acordeón”.
Alfredo Gutiérrez volvió a presentarse en el festival de Fundación en 1957, resultando ganador del concurso con tan solo 14 años.
LOS PEQUEÑOS VALLENATOS
 |
Los Pequeños Vallenatos En Bucaramanga año 1953 |
El conjunto Los Pequeños Vallenatos, que participó en el festival de Fundación estaba integrado por:
- Alfredo Gutiérrez, en el acordeón y la voz.
- Arnulfo Briceño, guitarra y voz.
- Los hermanos Alonso y Ernesto Hernández, con guitarras.
Estos niños se conocieron en Cúcuta cuando Alfredo Gutiérrez, que entonces se rebuscaba la vida tocando acordeón en las calles y en los buses, arribó a la ciudad con su padre Alfredo Enrique Gutiérrez Acosta. Buscaban medios económicos para tratar un cáncer que afectaba a su progenitor, quien también ejecutaba el acordeón.
En la capital nortesantandereana, los niños Alfredo Gutiérrez y Arnulfo Briceño, a quien llamaban en su tierra “El Niño de la Voz de Oro”, formaron el conjunto Los Pequeños Vallenatos, acoplando el acordeón con la guitarra.
Inicialmente se presentaron en Cúcuta y Bucaramanga. Luego en 1951, se presentaron en el festival de Fundación, donde Alfredo fue declarado Niño prodigio del Vallenato.
En el año 1953 se amplió la nómina de músicos del conjunto con la incorporación de Víctor Gutiérrez, Gustavo Amaya, Adonaí Díaz. Con el grupo reorganizado se presentaron en Bogotá, Venezuela y Ecuador.
En Bogotá alternaron con Bovea y sus Vallenatos en la Emisora Nueva Granada.
En Venezuela, hicieron presentaciones en la ciudad de Caracas y en el Estado Zulia.
En Guayaquil, Ecuador, grabaron un sencillo con el sello discográfico Ónix, con el contenido de las siguientes canciones:
- “El Desengaño”, de Arnulfo Briceño.
- “El Cóndor“, de José Barros Palomino.
Arnulfo Briceño (1938-1989), nativo de Cúcuta, años después se destacó como letrista, compositor, cantante, director de coros, abogado, pedagogo colombiano y un gran intérprete de la música llanera.

LOS CORRALEROS DE MAJAGUAL
(1961-1965)
Por sugerencia del juglar Calixto Ochoa, Alfredo Gutiérrez fue contratado a temprana edad por Antonio Fuentes López, dueño del sello discográfico Discos Fuentes, para grabar varios discos tropicales y entrarle a competir al éxito que había alcanzado Aníbal Velásquez Hurtado.
En 1960 dio inicio a su carrera profesional y, en 1968, se consolidó al firmar con el sello disquero Codiscos y realizar la producción discográfica que lo dio a conocer en el país, La Cuñada.
De 1961 a 1965, Gutiérrez hizo parte de la agrupación Los Corraleros de Majagual como acordeonero principal, junto a los músicos Lisandro Meza, «Chico» Cervantes, Lucho Argain, César Castro, Eliseo Herrera, Calixto Ochoa, Julio Ernesto Estrada «Fruko» y Nacho Paredes.
En 1965, Gutiérrez salió temporalmente de la agrupación y recibió propuestas para integrar su propio conjunto, oportunidad que aprovechó para grabar con Sonolux. En ese álbum logró posicionar como éxito el tema La banda borracha.
Ver también: Inicios de los Corrarelos
LOS CAPORALES
DEL MAGDALENA
(1968-1974)
 |
Caporales del Magdalena
|
Los Caporales del Magdalena fue un conjunto musical organizado por iniciativa de Codiscos. Esta casa disquera le encargó a Alfredo Gutiérrez liderar esta agrupación cuando se promediaba el año 1968.
Este proyecto musical tenía como propósito hacerle competencia a las agrupaciones de las casas disqueras rivales, como Discos Fuentes, que tenía a los Corraleros de Majagual, y Sonolux, cuyo conjunto de planta eran Los Playoneros del Cesar.
Llama la atención la utilización del nombre "Magdalena" para proyectar este conjunto musical, que tuvo vigencia artística hasta el año 1974.
Integrantes de Los Caporales del Magdalena:
- Alfredo Gutiérrez.
- Aniceto Molina Aguirre.
- Rubén Darío Salcedo.
- Jhonny Cervantes.
- Gabriel Chamorro Tapia.
- Luis Pérez Cedrón "Lucho Argaín".
- Catalino Parra Ramírez.
- Leonel Benítez Tordecilla.
- Luis Ramón Vargas Tapia.
- Tony Zúñiga.
- Oswaldo Calao Paternina.
En 1968, se encontraba Alfredo Gutiérrez con los Caporales del Magdalena amenizando una fiesta en Valledupar, cuando se le presentó un muchacho flaco, de timbre agudo, solicitándole una oportunidad para cantar. Fue entonces cuando “El Rebelde del Acordeón” lo invitó hacer parte de la mencionada agrupación.
Se trataba de Joaquín Pablo Cervantes Osorio, nacido en Salamina, Magdalena, reconocido en el folclor como "Johnny Cervantes", quien fue una de las primeras voces corales del vallenato y tuvo grabaciones con los Caporales del Magdalena desde 1968 hasta 1971.
Johnny estuvo con la agrupación de Alfredo Gutiérrez durante 17 años, donde solía hacer animaciones en las grabaciones muy atractivas para el público. En 1969, junto a este monstruo del acordeón, hizo de vocalista en el bolero titulado “Aquel Recuerdo”, de la autoría de la samaria Rita Fernández.
ABEL ANTONIO VILLA Y
ALFREDO GUTIÉRREZ
Recuerda Alfredo Gutiérrez que de niño admiraba la música de Abel Antonio Villa y en cierta ocasión, en una fiesta de corraleja, le dijo que le prestara el acordeón. Se lo prestó y Alfredo tocó, desde entonces surgió la amistad entre los dos músicos.
Según el folclorista Julio Oñate Martínez, Abel Antonio Villa era "El Alfredo Gutiérrez" de la época. Para "El Rebelde del Acordeón", el juglar Abel Antonio Villa nacido en Piedras de Moler, Magdalena, era como un padre y lo considera el mentor de su carrera artística.
En el homenaje póstumo que el Congreso de la República le rindió al “Padre del Acordeón”, Abel Antonio Villa, el 30 de octubre del año 2018, Alfredo Gutiérrez manifestó lo siguiente:
“Abel Antonio fue mi maestro, y escuela de todos los cantantes del género vallenato. Siempre lo recordaremos. Fueron muchos los momentos vividos. Fue un hombre muy sencillo y dedicado al folclor”.
En los años setenta, Abel Antonio Villa estaba bastante olvidado en las grabaciones, fue cuando el agradecido Alfredo Gutiérrez lo llevó al sello Codiscos de Medellín, donde junto con el maestro Luis Enrique Martínez, grabaron los volúmenes 1 y 2 del álbum “Los Tres Grandes del Acordeón”, en los años 1970 y 1971 respectivamente.
En el año 1972, Alfredo Gutiérrez impuso en el mercado del disco el tema de Villa, “La Muerte de Abel Antonio”. Lo mismo hizo el Binomio de Oro, con la canción de su autoría “El Higuerón”, por recomendación de Alfredo Gutiérrez.
En los años 70s quedó para la historia la parranda más grande del folclor vallenato. Alfredo Gutiérrez se llevó al maestro Abel Antonio Villa para Sincelejo, donde durante 22 días consecutivos, tomaron ron y tocaron acordeón de día y de noche.
Ver más:
No hay comentarios:
Publicar un comentario