agosto 16, 2014

SANTA MARTA: HISTORIAS DE UNA CIUDAD


CATEDRAL DE SANTA MARTA

Por: Opinión Caribe

La celebración del aniversario de la Ciudad de Bastidas hace inevitable pensar en el lento progreso que ha tenido la ‘Perla del Caribe’,  desde el momento en que Rodrigo de Bastidas la funda un 29 de julio de 1525.  
  
Caminar por las calles de Santa Marta significa no sólo apreciar aspectos históricos a través de su arquitectura, sino también apreciar diferentes aspectos de progreso, tales como una Marina y un Puerto Internacional con helipuerto y una serie de maravillas naturales como la Sierra Nevada, el Parque Tayrona y miles de lugares y actividades por realizar, que sin lugar a dudas  hacen de nuestra ciudad un interesante atractivo para turistas de todo el mundo.

Sin embargo, quienes conocen el Distrito y su historia como José Rafael Dávila, manifiestan con nostalgia que están convencidos de que “la Santa Marta vieja era completamente diferente, era un paraíso terrenal, eran otros tiempos, todo el mundo era amigo y había mucha identidad por la ciudad, y soy amigo del progreso pero observo la ciudad con mucho dolor”.

Para el historiador Arturo Bermúdez, cuando se realiza una investigación minuciosa a través los libros que historiadores y fanáticos han publicado sobre la historia de Santa Marta, se puede observar que se dieron más sucesos políticos que procesos administrativos, sin embargo asegura que elementos como el Ferrocarril bananero, el crecimiento de los muelles y las carreteras que conectaron a Taganga y a El Rodadero, trajeron un inevitable progreso para el Distrito.

“Santa Marta fue una ciudad muerta, no se observaba un dinámica de crecimiento porque la ciudad de mayor dinámica era Ciénaga por el comercio de banano. Santa Marta empieza a crecer desde el punto de vista urbanístico hasta después de 1960, cuando surgen obras como el edifico Peralta Cayón y el edifico de Los Bancos, que se realizó destruyendo dos casas representativas de la ciudad”.

Agrega Bermúdez que “lamentablemente si uno observa a los alcaldes de Santa Marta, fueron ilustres alcaldes y nada más, si hay uno u otro que hizo algo por esta ciudad es difícil precisarlo, lo único que han hecho junto a  los gobernadores es deteriorar más la ciudad, y sus obras no han tenido una significación muy grande” relata.
Para el historiador,  William Hernández Ospino,  al comparar Santa Marta con otras urbes como Medellín, se puede observar que el Distrito se encuentra atrasado, por lo cual desde su percepción, “la mayoría de los mandatarios han sido incompetentes a través del tiempo y le han robado el erario público a Santa Marta de una manera muy descarada, y no han invertido. Santa Marta no tiene infraestructura y lo evidencia, por ejemplo, que tenemos en pleno siglo XXI, un acueducto de más de 70 años, cuando ya el agua potable es un derecho humano”.

Percepción con la cual está de acuerdo Bermúdez al asegurar que “quienes han viajado de Santa Marta y permanecen por fuera 20 años, cuando regresan todo sigue igual, fenómeno que para Bermúdez se debe a que  el samario no ha tenido mucha claridad sobre su ciudad, no ha entendido la relación entre tradición y progreso, originado por la mentalidad rentista que la compañía frutera de Sevilla generó en nuestra gente al entregar plata a quienes tenían finca y entonces no tenían que hacer nada, por lo cual cuando se marcha la United, se viene todo abajo”.

Así mismo agrega el ilustrado Historiador que “no tienen significación ni importancia en la historia las alcaldías ni antes del Frente Nacional ni después de este, son puestos que todavía se dan por intereses politiqueros, al investigar lo único que se sabría sería cuáles fueron las ilustres familias que enredaron a esta Ciudad”, asegura con resignación.   

RECORRIDO HISTÓRICO

Pese a este panorama, el número de administradores de la ciudad, desde los Gobernadores de la Provincia de Santa Marta hasta los actuales Alcaldes del Distrito Turístico Cultural e Histórico, ha sido prolífico.
Tal y como se recopila en el Compendio de Historia del Departamento de Magdalena de José Alarcón, desde 1525, que se hace primer Gobernador Rodrigo de Bastidas, hasta el año de 1895, pasaron entre interinos y encargados, 167 administradores de la ciudad.   

Así mismo como relata el libro ‘477 Buenas Noticias’ de la Asociación de Periodistas Bolivarianos de América en alianza con otras instituciones, desde 1930 hasta el año 2014, 80 administradores se encargaron de la ciudad.

Sin embargo, José Rafael Dávila, con poco menos de 90 años de vivir en Santa Marta, y pese a haber estado alejado de la política porque su familia nunca dependió de estos procesos, destaca la administración de algunos personajes de los que recuerda le tocó vivir y sentir las obras.

Asegura Dávila que escuchaba a sus familiares cercanos hablar positivamente de las administraciones de Manuel Julián de Mier, pero que sin lugar a dudas las administraciones más destacadas desde su percepción, han sido la de José Benito Vives de Andréis, quien estuvo en la administración en el año de 1936 y la de Enrique Gonzales en 1940, a quien le tocó sobrellevar los efectos de la Segunda Guerra Mundial.  

También destaca eventos de gran importancia, como cuando a Juan Ceballos Pinto, le correspondió recibir los restos de Rodrigo de Bastidas en el año de 1953, para lo cual realizó una ampliación del Camellón.
De igual manera recuerda que las  dos administraciones de Edgardo Vives (1964 y 1986) fueron muy prolíficas en lo que se refiere a la pavimentación de calles.

Por otra parte, el ilustre y longevo Rafael Dávila, destaca de manera importante la participación de las mujeres en el transcurso de la historia de Santa Marta. Así, menciona las administraciones de Eva Enríquez (1976), Elsa Pinedo De Sánchez (1982) y en especial la de Anita Sánchez de Dávila (1974), que asegura que “no se trataba sólo de una muy buena persona si no que logró tranquilizar a Santa Marta atormentada por la violencia que se presentaba por el naciente negocio del sicariato y la guerra a muerte que se daba entre las familias Cárdenas y Valdeblanco, y también impulsó el Instituto de Cultura de Santa Marta”.

Dávila recuerda la administración de José Lacouture Dangond (1960) porque asegura que logró eliminar una zona de tolerancia en la calle de las piedras,  en la cual sucedían trágicos episodios nocturnos.
Así, Santa Marta es hoy una ciudad administrada desde su fundación por más de 247 gobernantes, que aún espera que el progreso y la calidad de vida de su habitantes tenga las condiciones que evidencien un adelanto, ajustado a la llegada del siglo XXI.

ARCHIVOS HISTÓRICOS DE LA CIUDAD

Alejando Bermúdez, Técnico del Archivo de la Alcaldía Distrital por más de 30 años, asegura que pese a que los materiales documentales están a disposición del público, las actuales restructuraciones locativas que se encuentran haciendo impiden el acceso.

Sin embargo explica que el archivo contiene documentos manuscritos desde el año 1916 y documentos impresos desde 1937 como Decretos, Resoluciones, Oficios y Contratos del Distrito desde los años 60, así como actas de defunción desde 1954.

Recuerda Bermúdez que desde la alcaldía de Francisco Zúñiga, se ha hecho cumplimiento de la Ley 594 de 2000 para organización documental, se invirtieron unos recursos en un contrato e incluso se planteó un proyecto para hacer una serie de fotografías de la historia de los alcaldes que se colgaría en el llamado antiguamente Salón Amarillo, pero dicho proyecto nunca se concretó.     

Al indagar frente al tema de conservación de archivos históricos,  el historiador William Hernández asegura que “no sólo las alcaldías en Santa Marta han sido apáticas por todo lo que tenga que ver con la historia y la cultura y la conservación de las mismas, lo cual se demuestra con hechos como la desaparición de la Banda Departamental, del Instituto de Cultura, y de la Biblioteca Departamental”, agregando que “la mentalidad del gobernante y del político que ha administrado la ciudad no contempla los procesos culturales, por lo cual el abandono de los diversos registros históricos es un lastre que han tenido que cargar y cargaran por siempre las nuevas generaciones”.

Además agrega que “el archivo histórico municipal fue manejado de una manera muy parroquial a través del tiempo, por un funcionario recomendado de un político”, afirma Hernández, agregando que “se rumora en las calles una anécdota que relata la historia de una alcalde que mandó votar el archivo desde la época colonial hasta el siglo XVIII porque estaba lleno de comején, perdiéndose documentos de la Colonia como las actas del cabildo civil”.

Por su parte, Arturo Bermúdez, manifiesta que el abandono de los archivos históricos en la ciudad se debe a que no existe un proceso de elaboración  de información por la falta de profesionales que se dediquen a ello. Agregando que el archivo histórico no tiene información del periodo colonial, la cual sólo se encuentra en el Archivo Histórico de la Nación y el Archivo General de Indias en Sevilla, y finaliza manifestando que siempre ha creído que Santa Marta necesita de un sector intelectual para que cumpla una función crítica.

1 comentario:

  1. es tan vergonsoza la estafa y el robo de todos los alcaldes y demas administrativos que nisiquiera se consigue una pagina con el nombre de los verdugos de santa marta,los reto a que la busquen.la misma consiencia no los deja en listarse.que pena es decirselo a mi hijo cuando pregunto por que ? si en internet hay de todo

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