RADIO LIBERTAD
«Con la Fuerza de la Verdad»
El 1 de octubre de 1963 nace la emblemática radio del caribe colombiano.
Dentro del mundo de las comunicaciones, Don Roberto Esper Rebaje fue uno de los precursores no sólo en Barranquilla, sino en toda la Costa Caribe con Radio Libertad, Radio Reloj, Emisora Fuentes, Ondas del Caribe en Santa Marta, Emisoras Unidas, Radio Playa Mendoza, Radio Aeropuerto, Radio Tropical, Emisora 1220 y Emisoras Fuentes en Cartagena.
Además de tres diarios: ‘La Libertad’ en Barranquilla, ‘El Espacio’ en Bogotá y ‘La Verdad’ en Cartagena.
En Radio Libertad, se llevaron a cabo las primeras emisiones de radioteatros con presentaciones de artistas, se hicieron concursos al aire para aficionados al canto.
Don Roberto decía: «Tanto las emisoras como los periódicos se han convertido en ‘escuelas’, donde llegan los estudiantes o recién graduados en periodismo y después que aprenden el oficio, alzan el ‘vuelo’ y se van a otros medios locales y nacionales».
Esa situación hacía sentir orgullo a Don Roberto Esper y lo llenaba de satisfacción. Por eso, a sus pupilos talentosos les recordaba diciendo: “Vea mijos, nadie es eterno en la vida, vaya creando su propia empresa”.
Fue la Emisora Radio Libertad la precursora de importantes locutores que marcaron un antes y un después en la radio como: Marcos Pérez Caicedo, Gustavo Castillo García, Ventura Díaz Mejía, Cécil Pardo Bornachera, Rafael Pérez Hernández «El Premier», entre otros, y que luego dio paso a la apertura de nuevas estaciones radiales que a comienzos de la década de los años 70´s se consolidaron como lo que hoy se conoce como Cadena Radial La Libertad.
En principio, don Roberto Esper y Nadin Fayad ( su cuñado) fundan la Cadena Radial La Libertad, donde Radio Libertad con la antena mas alta de la región, de 120 metros y 50 Kilovatios de potencia, cubría toda la costa, esto, con el objetivo de servir a toda la comunidad de la Costa Caribe.
Precisamente, por esa potencia la gente prefería mandar los mensajes a sus familiares por este medio de comunicación que por el marconi, ya que sus mensajes llegaban más rápido que Telecom, abarcando sintonía en islas Antillanas, parte de Venezuela y toda la costa Norte Colombiana.
El telegrama de la Costa
En Plato a comienzo de los años sesenta, un chibolero en una época invernal, le pregunta a otro:
– ¿Cuando vas pá Chibolo?
– Jus carajo, ahora mismo pá Chibolo no entra ni Radio Libertad.
Es que durante décadas los pobladores de los pueblos más recónditos de la Costa recibieron la influencia de la radio Barranquillera, en especial los pueblos ribereños del Departamento del Magdalena. Ondas hertzianas, que con el tiempo se convirtieron en una necesidad, en una tradición.
Esta realidas es la razón de que los pueblos del Magdalena, conozcan más a Barranquilla, que a Santa Marta su capital; y que sean aficionados más al Junior, que del Unión Magdalena.
Comienzos de Radio Libertad
Esa influencia radial comenzó el 8 de diciembre de 1929, cuando la radio dio su primera muestra con la H.K.D, La Voz de Barranquilla, gracias a Elías J. Peller Buitrago.
Esa sintonía de Barranquilla con el Magdalena, se acentúa más a partir de 1963, cuando Don Roberto Esper Rebaje, funda Radio Libertad; medio que se convirtió en el referente comunicacional de toda la Costa, con su programa favorito el “Diario Hablado”. Fue el antecedente del internet, de la telefonía celular y las redes sociales.
Servicio Social
Radio Libertad se convirtió en un medio indispensable para los costeños, su servicio social de mensajes permitió que sus oyentes contaran con una forma eficaz e inmediata de comunicación. Se enviaban cartas de amor, conmemoraciones de cumpleaños, cobros, anuncios de defunción, felicitaciones del día de la madre, y todo lo que la necesidad les exigía. Servicios sociales provocaba que toda la región estuviera atenta diariamente a los famosos radios Phillips y Víctor.
Un servicio social decía:
– “Pongan burro en la embocá, que el sábado va Juan Camacho pa’ El Yucal, Bolívar”.
El diario hablado
Por el “Diario Hablado”, programa noticioso de tres emisiones diarias, pasaron locutores de la talla de: Marcos Pérez Caicedo, Gustavo Castillo García, Ventura Díaz Mejía, Eduardo Hernández Vega, Fernando Awad Blanco e Ítalo Iguarán Pertúz.
– Sucede que llegaron a Barranquilla, unos empresarios italianos promocionando un producto medicinal llamado FOFOGEN. Pasaban los días y nada que las ventas colmaban las expectativas de los empresarios.
Fue cuando un barranquillero les insinuó que lo promocionaran en el “Diario Hablado” que dirigía Marcos Pérez, por Radio Libertad, quien con su voz potente anunciaba todos los días:
– “Si te quieres sentir bien, toma FOFOGEN”.
No pasó mucho tiempo cuando las farmacias empezaron a recibir campesinos de toda la Costa, solicitando que le vendieran el remedio que anunciaba Marcos Pérez, por el “Diario Hablado”.
Otros programas
– “Quiero Amanecé“: programa mañanero de Boris Vergara de la Rosa, con la manta en el aire.
– “Rapsodia Vallenata“: musical de Rafael Xiquet Montes.
– “Rancheras y Vallenatos“: el programa madrugador de Robinson Calvo Luque.
– “Política con Libertad“: en las horas de la noche después de la tercera emisión del “Diario Hablado” presentado y dirigido por Fernando Awad Blanco.
– “Fiesta Costeña”, “La Feria de las Canciones”, “Por los Caminos de la Costa”: programas dirigidos por los hermanos Beltrán Pupo.
– “Aquí la Costa“: programa de la tarde dirigido por Cecil Alfonso Pardo Bornachera.
– “Grito Costeño“: programas folclóricos de Radio Libertad.
Los hermanos Ramón, Remberto Beltrán Pupo eran los corresponsales de Radio Libertad. Todo el Caribe era de ellos, recorrían pueblos y ciudades, desde Córdoba hasta la Guajira… haciendo un periodismo que integraba y construía región.
ROBERTO ESPER REBAJE
Un auténtico emprendedor empírico
Siendo muy joven, y estudiando en el colegio Salesiano de la calle 30, frente a la iglesia de San Roque, que aún mantiene sus actividades académicas, le tocó trabajar para ayudar al sustento de su familia.
Como lo narra en una entrevista, desde temprana edad vendía café, guarapo y otros artículos con su hermano, en medio de grandes privaciones.
En una visita de Carlos Gardel a Barranquilla se le puso de frente hasta lograr una foto con el zorzal criollo, quien le dijo que iba a ser un triunfador por ser tan decidido.
Roberto y su hermano trabajaron luego en el mercado público y allí los cogió el Bogotazo, acaecido por el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, lo que tuvo sus consecuencias en Barranquilla, donde mucha gente enardecida quemó emisoras y protagonizó disturbios que alcanzaron la plaza de mercado y los pequeños negocios de don Roberto.
Después de estos acontecimientos se ideó el supermercado Robertico, llegando a tener varias sucursales y un éxito importante con el lema de vender barato con una administración económica. Decía que su universidad “era la calle” y se consideraba “un pasajero de este mundo”.
También se convirtió en empresario de espectáculos públicos, siendo el primero en traer a la Arenosa al “jefe” Daniel Santos, luego a la magistral Sonora Matancera y a Celia Cruz, Pedro Vargas, Toña la Negra y la Tongolele. Muchos años después trajo a Heriberto Fiorillo al Festival Internacional de las Artes en el marco del Carnaval de Barranquilla.
Como si fuera poco fundó el equipo de fútbol La Libertad, que mantuvo tres años.
Pero en lo que más se destacó fue como empresario de medios de comunicación, desde la fundación de Radio Libertad, la emisora más poderosa de la región en esa época.
Allí se formaron talentosos periodistas como Marcos Pérez, Juan Gossaín y Édgar Perea, entre otros.
Llegó a tener quince emisoras, una de ellas Ondas del Caribe, en Santa Marta. También fundó el periódico La Libertad en 1979, un 7 de abril, el mismo día de la efeméride de Barranquilla.
Creó en Cartagena el periódico La Verdad y compró El Espacio, de Bogotá, su última audacia.
Decía que la tecnología avanza diariamente, como los celulares y que iba a realizar proyectos hasta que muriera, lo cual ocurrió el 24 de febrero de 2017.
Nadie nunca pudo saber qué clase de energizante tomaba don Roberto. Lo cierto es que, a las cuatro de la madrugada, a sus 90 años de edad, estaba sorbiendo la primera taza de café para salir a revisar los transmisores de sus 8 emisoras encendidas.
Eso fue así, desde cuando en 1962 montó las bases para la antena y los transmisores de su primera estación radial.
Para él todas fueron sus ‘pechichonas’. Pero cargó en su corazón de viejo león cansado, más no vencido a ‘Radio Libertad’. Su primera emisora.
Un episodio de niñez marcó su vida
Vivían en una casa vieja de patio enorme en el barrio San Roque. En el patio vecino un muchacho, ya mayor, tenía enjaulado un hermoso canario cantor, de pico blanco y alas brillantes que el pajarito estiraba con la ilusión de volar. Era solo un espejismo, porque las cuatro esquinas de su cárcel de alambre y varillas de madera no lo dejaban salir. Su padre Teófilo Esper, quien había llegado a Barranquilla en 1923 con su compañera conyugal Labibe Rebaje procedentes del pueblo de Miniora, en el Líbano, lo veía siempre rondando la jaula del pajarito cantor.
Como el gato de la tira cómica que se inventa miles de artimañas para comerse a Piolín, y siempre termina estrellado y golpeado. Y Piolín en su jaula, sano y contento.
Teófilo le repetía: “¡Robertico, cuidado se te da por tocar esa jaula!”.
“No, papá. Yo solo miro el pajarito y oigo su canto”.
Hasta que un día Robertico vio que el pajarito amaneció triste. Como enfermo. En su mente de niño pensó que, si le abría la puerta y salía a la libertad, se le quitaba el dolor que tenía. Así fue. No más Robertico le abrió la puerta el pajarito salió volando. Hasta el sol de hoy.
El dueño del pajarito, furioso, vino a reclamar. Y don Teófilo, como toda respuesta, le dio a Robertico una sonora limpia, con una penca de cuero, que él jamás olvidó y que más tarde asoció con la libertad que merecen los seres vivientes, especialmente el ser humano. Para pensar. Expresar lo que siente. ¡Poner a volar su imaginación!
Un vendedor nato
A los 13 años Robertico se animó y le dijo a su papá que deseaba trabajar para ayudar con la economía en casa, que no era tan halagüeña. Don Teófilo le preguntó: “¿Pero, ¿qué harás, mijo?”.
“No se preocupe, yo sé defenderme con la lengua”, le respondió Robertico pensando en que tanto sus padres como sus hermanos mayores aún tenían dificultades para hacerse entender en español en una Barranquilla burlona y desabrochada…en cambio él le conocía todas las mañas y costumbres a los barranquilleros, sus dichos, sus groserías, sus apodos más comunes, de tal manera que no le quedó difícil salir la primera mañana con un bulto de cebolla roja en un costado, el peso de latón y porra de madera, y en el otro brazo “las mejores telas traídas de “Beirut, de Bagdad, de Siria, ¡del Cairo!”. Y la gente se le arremolinaba, especialmente el personal femenino. En medio día Robertico con su labia de prestidigitador vendía todas sus telas y el bulto de cebolla sin caminar más que dos o tres cuadras.
Resultó tan buen vendedor, que a los cuatro meses ya era mayorista de telas, de ajo, cebolla y manzanas. Su mente volaba como la de su pajarito cantor que siempre recordaba. Como había mucha gente aficionada al fútbol, fundó el equipo profesional La Libertad, y participó en varios torneos. Lo matriculó en el fútbol profesional y lo mantuvo tres años.
Por esos días las emisoras repetían a diario las canciones de Daniel Santos, Toña La Negra, Pedro Infante, La Sonora Matancera, la Tongolele. Y la gente suspiraba por ver algún día a esas estrellas en Barranquilla. Era una quimera. ¿Quién se iba a arriesgar a invertir tanta plata para traer a un artista tan caro? ¿Y si no le acudía el público? ¡Se arruinaba!
¡Quién dijo miedo!
Un 5 de abril, día del cumpleaños de Robertico, todas las emisoras de Barranquilla trinaron: “¡Atención, viene el inigualable Daniel Santos en persona! Se presentará en los teatros Colombia, La Bamba, Tropical, Rialto, Águila…precios populares”.
Todos los teatros se llenaron de bote en bote y Robertico tuvo que repetir presentaciones en Barranquilla y le solicitaron que llevara el artista a Santa Marta y Cartagena.
Con los bolsillos llenos producto de su primera aventura como empresario musical a lo Enrique Chapman, pero sin tantos embustes, de inmediato se arriesgó a traer a la Sonora Matancera, a Toña La Negra, a la electrizante Tongolele (que por poco acaba con un matrimonio barranquillero porque el marido, un prestigioso empresario, enloqueció por los encantos físicos de la Tongolele, en especial por su bien formado pompis y pectorales).
No contento con todas esas estrellas, su público le pidió al propio Pedro Infante, actor y cantante mexicano que estaba de moda, a la par que Jorge Negrete. ¡Pues trajo a ambos en un gesto de osadía, que por poco le cuesta un carcelazo!
Pedro Infante era un permanente mamador de gallo. Negrete, un auténtico charro mexicano, bigotudo, engreído, de rostro adusto y poco amigo de bromas. Resulta que por esos días Negrete estaba de pelea con su eterno amor, la María Félix, que había sido amante y musa de Agustín Lara.
El travieso de Pedro Infante se acercó a Negrete y le dijo, muy serio, “Hombre Jorge, ¡qué vaina!, acabo de llamar a México y la primera noticia que me dan es que la Doña (así le decían a María Felix), acaba de reconciliarse con el caricortada (así apodaban a Lara por una herida que le produjo una meretriz amante suya en la cara con un vidrio roto). Negrete corrió para donde Roberto Esper y le exigió el pago de la mitad de la gira (faltaban presentaciones en dos ciudades).
Esper le respondió que no podía hacer eso. Negrete, furioso, cogió a Robertico por el cuello, Pedro Infante se metió por el medio. Cuando Robertico estuvo libre de su agresor, lo levantó a muñeca limpia, hasta cuando vino la Policía y se los llevó a todos. Menos mal que el Cabo de turno era amigo de Robertico y la cosa le salió “barata”.
El salto grande
La verdad es que tuvo suerte para todo. “¡Hasta para el amor! Me casé con una gran mujer, Nadime Fayad, que Dios tenga en su santa gloria, tuvimos unos hijos maravillosos y me apoyó mucho para mirar hacia otros horizontes. Fundé el Supermercado Robertico. Abrí otras dos sucursales”, sostuvo Robertico.
Mira hacia atrás, a lo profundo de esos 90 años de vida y saca a flote sus teorías. “Mi universidad fue la calle. Ahí aprendí todo lo que sé, que es mucho. Los años te dan sabiduría. Yo me considero un pasajero de este mundo, y por eso trato de ser buena persona con quienes me relaciono”.
Considera que su salto grande fue cuando fundó Radio Libertad, la entonces emisora más poderosa de la región. La estación radial a través de la cual los campesinos de las regiones más remotas enviaban sus mensajes para que sus amigos o sirvientes le fueran a llevar los burros a la vera de un camino o vereda transitable, porque donde estaban “de vainas entra Radio Libertad” por el barro espeso y las permanentes lluvias.
Radio Libertad pronto se convirtió en un hervidero de talentos. Marcos Pérez Caicedo, Juan Gossaín, Edgar Perea, Abel González Chávez, el Compae Manué y Mingo Martínez, Gustavo Castillo García, Ventura Díaz Mejía, Sofy Martínez, Rubén Alonso, Alcy Acosta, Mario Gareña, Pacho Galán, Doris Salas. “Esa emisora era un manicomio hermoso. Más, cuando el loco de Gustavo Castillo se inventó el concurso del cantante del barrio. El radioteatro se taqueaba”.
Fue un taúr
Una de sus tantas debilidades (además de las muchachas bonitas) son los casinos. Después de duros meses de trabajo, se iba con unos cuantos dólares a los mejores casinos de Aruba, Panamá y hasta a los más afamados casinos de la capital mundial del juego, Las Vegas, Estados Unidos.
“No lo voy a negar, soy un jugador empedernido, más no soy un perdedor. En los casinos gané mucha plata. Tenía mis secretos. Uno de ellos es que no frecuentaba siempre el mismo casino ni la misma mesa. Te cuento un secreto: Casi todos los jugadores pierden porque se enamoran de un número y lo juegan siempre hasta cuando pierden hasta lo que no tienen.
Yo, no. En la ruleta primero me fijaba en lo que estaba saliendo; si era el 2, yo apuntaba el 0 y el 1, el antes y el después, para ir a la fija. Y así ganaba y ganaba, porque cambiaba de número cada vez que la ruleta daba un salto y cambiaba de número repetido a intervalos. Y así era en las maquinitas. Ya les conocía el truco, y terminaba ganándoles la jugada. Me llenaba los bolsillos. Esa plata no la derrochaba. La ahorraba para facilitar mis importaciones. Con el tiempo, gracias a que fundé el Diario La Libertad, me hizo sentar cabeza. Me obligó a leer. A prestarle mayor atención a la cultura, a los asuntos intelectuales, fui concejal y presidente del Concejo”.
Roberto Esper Rebaje, hijo de una de las tantas familias inmigrantes que recalaron en el único puerto colombiano que abría sus brazos con cariño a libaneses, sirios, palestinos, chinos, japoneses, alemanes, ingleses, italianos.
Carlos Gardel, llamado ‘el zorzal criollo’ por su melodiosa voz, predijo el futuro del niño de 9 años que le pidió una foto que el cantor gaucho llevaba en su bolsillo.
Roberto Esper Rebaje, el niño de 9 años que le pidió una foto que Carlos Gardel tenía en el bolsillo el día que se presentó en Barranquilla en la Plaza de San Nicolás en 1935. Antes de subir al balcón de Lacorazza Hermanos, Gardel, ‘El zorzal criollo’, bajó dos escalones y le entregó la foto. “¡Vos serás un triunfador, pibe…eres muy decidido!”. En la foto, caprichos de la vida, Gardel está ante una jaula con un hermoso canario adentro. Un pájaro cantor que a Robertico le trajo los recuerdos de aquel que él dejó en libertad ganándose una cueriza de su padre. El cantor gaucho moriría días después en el accidente aéreo en el aeropuerto de Medellín.
La voz de Gardel fue profética. Robertico fue un triunfador. Dueño de los primeros supermercados que hubo en Barranquilla, de la primera emisora de 50 kilovatios de antena. Llegó a acumular 15 emisoras, que fue vendiendo poco a poco, o apagando para mantener la licencia en su poder, pero nunca quiso venderlas todas a una sola cadena radial que le ofreció una enorme fortuna por todas sus frecuencias.
Hoy tiene solo 8 emisoras, entre ellas la pechichona “Radio Libertás”, Radio Reloj, Emisora Fuentes, Ondas del Caribe, Emisoras Unidas, con una visión tremenda para darle a cada emisora una estrategia de sintonía. Además, fundó en Cartagena el periódico La Verdad, y en Bogotá compró el tabloide El Espacio.
Para el diario y sus emisoras aplica una filosofía sencilla. “Soy amigo de todos los grupos políticos y religiosos. Pero, eso sí, no me dejo comprar por una pauta para tapar el sol con las manos. Si el funcionario es corrupto, hay que denunciarlo. Soy enemigo de propuestas indecentes. No me gusta la adulación. Y me precio de ser amigo de todos mis colegas dueños de periódicos, a quienes constantemente los saco de apuros prestándoles papel. Porque siempre tengo una gran reserva. Papel bien cuidado porque lo traigo en contenedores desde el mismo Canadá. Todas mis materias primas y maquinarias las traigo así. Es más seguro”.
Robertico Esper, genio y figura, ejemplo de consagración al trabajo y digno de que este 5 de abril, al cumplir sus 90 abriles se le haga un merecidísimo homenaje.
Ver más: Roberto Esper
SUPEREMERCADOS ROBERTICO
"Donde se compra como pobre y se come como rico"
Hablar del comercio en Barranquilla y su evolución es indudablemente hablar del desarrollo de una ciudad y toda una región, en la que es indiscutiblemente merecedor de su historia don Roberto Esper Rebaje, nacido el 5 de abril de 1926 en Barranquilla, quien no solo dejó una huella en la llamada arenosa, sino que marcó la historia propia del comercio como pionero con la creación de los Supermercados «Robertico» en Barranquilla con el sistema de autoservicio.
Roberto Esper Rebaje vivía en una casa vieja de patio enorme en el barrio San Roque, en compañía de su padre Teófilo Esper, quien había llegado a Barranquilla en 1923 con su compañera conyugal Labibe Rebaje procedentes del pueblo de Miniora a través del muelle de Puerto Colombia.
Don Roberto se formó en la escuela salesiana y se graduó como bachiller en el Colegio Americano. Desde temprana edad, demostró habilidades comerciales, tanto, que de muy joven chico llegó a organizar un mini circo a la edad de 5 años, lo que llamaba la atención de sus padres y vecinos.
Expansión de los supermercados Robertico
En 1950 comienza su carrera como empresario en crear cadenas de supermercados minorista Supermercados Robertico en los cuales tuvo su éxito en sus inicios en que se expandió en toda ciudad
Diversas sucursales marcaron la presencia de Supermercados «Robertico» en la ciudad, en primer lugar el primer local en la calle 30 con carrera 42 (administrado por su hijo mayor Roberto) y el de San Nicolás en el Edificio Volpe (propiedad de Don Vicente Volpe), Callejón del Mercado (carrera 42), incluyendo el de Boston en la calle 58 con carrera 43 esquina. Aunque algunos tuvieron una existencia efímera como el de la carrera 51 con calle 75 (administrado por su esposa Nadime Fayad de Esper), Carrera 46 con calle 90, Villatarel, calle 84 con carrera 67 (donde posteriormente colocaron una Olímpica), sin embargo, los de la calle 30 y el del mercadito de Boston, se destacaron y dejaron una impronta en la memoria colectiva.
La saga de Supermercados «Robertico» culminó con el último establecimiento en la carrera 46 con 90, aunque breve en duración, no disminuyó el impacto que tuvo en la comunidad. La historia de Roberto Esper Rebaje y sus supermercados sigue siendo parte integral del tejido histórico y empresarial de Barranquilla.
Dos emblemáticos edificios en el corazón del centro histórico de Barranquilla, el Edificio Robertico, conocido en su funcionamiento en conexión (proyecto de Oreste Lenci) del antiguo Muvdi y el Edificio Traad, ubicado en la calle del Banco (30a), acera Oriental con entrada principal desde la antigua Calle de las Vacas (30), se están preparando para una nueva etapa de relevancia.
El Edificio Robertico, cargado de historia y significado arquitectónico, fue restaurado para albergar a los vendedores reubicados del Paseo de Bolívar. Este proyecto no solo preserva el patrimonio arquitectónico, sino que también proporciona un espacio revitalizado para la actividad comercial en la ciudad.
NADIME FAYAD DE ESPER
La esposa de don Roberto nació un 29 de octubre, en un hogar de migrantes libaneses. “Doña Nadime, fue una mujer con un gran carisma, talentosa, trabajadora, alegre luchadora y muy dedicada a su familia por quien expresaba un amor incondicional.
Nadime Fayad Moisés era le segunda hija de una pareja libanés que había llegado a Colombia con una maleta de sueños en busca de alcanzar una vida sosegada y próspera. sus padres Assad Fayad y Catalina Moisés se establecieron en el corazón de Barranquilla, que en esos años era el emporio del progreso en el comercio y donde se manejaban los grande negocios.
La familia Fayad Moisés junto con sus dos hijos Nadin y Nadime se establecieron en el barrio San Roque que era la cuna del desarrollo económico de la ciudad donde unidos fundaron sus primeras empresas.
Con el paso de los años la encantadora joven Nadime se convirtió en una mujer hermosa que cautivó el corazón de Roberto Esper Rebaje un agraciado muchacho que incursionaba en el mundo de los negocios, al poco tiempo contrajeron nupcias y de esa unión tuvieron cuatro hijos.
A doña Nadime, se le recuerda como toda una dama que con su amor maternal, dedicada a su familia. Uno de sus anhelos más grande era brindarle a sus hijos lo mejor para que pudieran recibir una educación de calidad y llegar a ser excelentes profesionales.
Era tan meticulosa y organizada que dirigía su hogar pero nunca se alejó del mundo de los negocios, al contrario era el motor que impulsaba las corazonadas de su visionario esposo. Junto a Don Roberto trabajaban hombro a hombro para sacar a delante sus empresas ella dirigiendo un supermercado ubicado en la calle 76 y su esposo el Diario La Libertad y la Cadena Radial, trabajando siempre en equipo para hacer surgir ambos negocios.
Sus hijos la recuerdan como la madre cariñosa muy cálida que desbordaba un gran amor pero cuando tenía que guiarlos lo hacía con gran templaza.
A pesar de ser una barranquillera de pura cepa jamás se apartó de sus raíces por ello con mucha dedicación aprendió a cocinar la comida arabe hasta convertirse en una gran experta e igualmente tenía un dominio del idioma arabe originario de sus padres Assad y Catalina y enseñaba a sus hijos para que también lo hablaran y recordaran a sus ancestros.
MUERTE
La muerte de don Roberto se produjo luego de que su hija Nadine lo encontrara en su residencia con fuerte espasmo estomacal que resultó ser una hernia de la que tuvo que ser intervenido quirúrgicamente.
Esper Rebaje permaneció en delicado estado de salud en sus últimos días, el 24 de febrero del 2017 falleció a sus casi 91 años, luego de varias horas en estado crítico en la Clínica Iberoamericana de Barranquilla.
GRÁFICAS
Roberto Esper Fayad logró traer por primer vez a Barranquilla al cantante de boleros Daniel Santos. |
Robertico en los años 80s |
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