Yesid de Jesús Peña Barrios (1973 -1996), fue el mayor de 3 hijos, del matrimonio de Belarmino Peña Jiménez y Carmen Cecilia Barrios Escobar (Cecy).
Nació en Plato, Magdalena, un domingo de carnaval, 27 de febrero de 1973 a las 7:30. P.m. Vivió sus primeros 3 años de edad en Bellavista, hoy corregimiento de Algarrobo. En el año 1976 se traslada junto a su familia al municipio de Fundación donde abrió en el mercado público el restaurante Cecy.
Sus estudios de primaria los realizó en el Colegio Sagrado Corazón de Jesús, en 1989 terminó sus estudios de secundaria en el Colegio de la Sagrada Familia, ocupando los primeros lugares académicos. En 1990 comienza sus estudios de medicina en la Universidad Libre de Barranquilla.
El 15 de febrero de 1996 a sus escasos 22 años de edad y con un futuro promisorio en la medicina por sus altas cualidades profesionales y humanísticas, Yesid fue asesinado mientras cumplía el internado en la ciudad de Bogotá.
Siempre se caracterizó por tener un corazón lleno de humildad y gran amor para sus amigos. En sus objetos personales siempre cargaba una agenda pequeña donde tenía nombres de chistes para que nunca se le olvidara y así poder contárselos a sus amistades en las fiestas. Sus amigos disfrutaban mucho de su compañía, siempre con una sonrisa en sus labios y un amplio sentido del humor. Su partida trágica ya temprana edad fue una pérdida irreparable para todos los fundanenses, en especial para los que lo trataron.
SU MUERTE
Yesid Peña, fue una de las tres víctimas de los hechos ocurridos en el Hospital la Hortúa de Bogotá, la madrugada del 15 de febrero de 1996, cuando un hombre que había sido herido en la calle de El Cartucho, ingresó al Hospital, le abandonó. el arma al agente de policía que lo había llevado hasta allí, mató al médico Yesid Peña Barrios y dejó heridos a Johann Smith Navarro (quien luego murió), ya un paciente.
SE FUE EL MÉDICO DEL PUEBLO
Nadie lo podía creer. Murió el médico Yesid Peña, dijo el cachaco Héctor Perdomo, propietario de la tienda de la esquina, a varios clientes que muy temprano llegaron el jueves a comprar.
Yo lo vi, lo pasó por la televisión, subrayó cuando trataba de explicar a los recién llegados la infausta noticia.
La información se regó de inmediato en toda Fundación. La casa de la familia Peña Barrios, ubicada en un conjunto residencial de la calle 6 en la misma cuadra del moderno Palacio de Justicia, no dio abasto para recibir a tanta gente. Unos para darle el pésame a los dolientes, y otros por simple curiosidad.
Todavía esta población agrocomercial del Magdalena no se repone de tan irreparable pérdida. Se fue el médico del pueblo, el amigo, el compañero que nunca tuvo reparos con nadie, expresó Néstor Barraza Cáceres, el fotógrafo del pueblo.
El drama de la familia Peña Barrios por la partida temprana de su hijo mayor, no se borrará en mucho tiempo de las mentes de personas que de una u otra forma han estado vinculados con ellos y que se han hecho a base de sacrificio desde 1976, cuando se radicaron en Fundación provenientes de Platón.
Varias personas manifiestan que después de la muerte del acordeonero Juancho Polo Valencia, y el de Hernán Gómez Peláez, el sepelio más concurrido en los últimos años ha sido el de Yesid.
Lo vio por última vez en diciembre, en compañía de su novia Milena Olave, con quien oficializó su noviazgo hace dos años y quien hoy lo llora y lo recuerda con gran cariño.
Como presintiendo lo que le iba a ocurrir, el pasado primero de febrero, Yesid les envió una foto suya con una dedicatoria a sus padres que dice:
Hola queridos padres, gracias por brindarme todas las cosas para que yo pueda seguir adelante, y que en este momento, gracias a Dios, se están logrando, continuando la lucha, porque en la vida con fe y dedicación, él de conseguir los anhelos más. deseados. Los quiero mucho.
Doña Cecilia Barrios, su madre, tiene muchos recuerdos de su hijo. Nunca lo conocí con mal genio. Si lo regañaba, me respondía con dulzura. La última vez que vino en diciembre, me tomó por sorpresa, y hacía tres días que me había llamado para confirmarme que venía el 20 de febrero a pasar su cumpleaños con nosotros, dijo entre sollozos.
Alicia Barrios Escobar su tía, lo recuerda como un hijo, vivimos una vez años bajo el mismo techo, nunca le vimos un mal gesto ni con su familia y menos con particulares. Anhelaba ser un profesional para ayudar a sus padres con la educación de sus hermanos menores.
Farid, su hermano, lo recuerda como la persona que se sacrificaba por los demás. Buen estudiante, jamás tuvo problema con nadie, iba a las reuniones sociales y se divertía sin consumir alcohol. Sobre todo, era buen consejero con nosotros.
Liliana Higuera, instrumentadora del Hospital de Yopal (Casanare), no encontró palabra para explicar lo que había pasado. Trabajamos juntos en el Hospital de Yopal. Era muy especial con todo el mundo. Hablé con él, por última vez, hace dos meses, cuando se trasladó para Bogotá el 15 de diciembre, en la fiesta de fin de año del Hospital. Allí nos despedimos a las 4 de la mañana con un fuerte abrazo.
Samuel Arias propietario de la residencia donde vivía Yesid en Bogotá, todavía no venta de su asombro. Llegó a mi casa el 16 de diciembre pasado, era compañero de labores de mi hijo mayor. De él tengo recuerdos muy especiales. Fue alguien que consideramos en la casa como un miembro más de la familia. Mi hijo, mi esposa y yo, seguiremos sufriendo y lamentando su temprana partida.
Para Fabiola Rincón, tía de la novia, Yesid era una magnífica persona. Brindaba calor humano; y desde que lo conoció, por intermedio de su sobrina política, lo acogió como un familiar más. Quería a todo el mundo, adoraba a todos en la casa. Con su novia era especial.
El médico Kemel Ghotme, compañero de internado, dijo que lo ocurrido a su amigo y compañero de labores es algo inexplicable. Cuando sucedió el accidente, llegamos al hospital y eso fue horrible, algo trágico y triste a la vez. Le admiré su capacidad de hacer feliz a todo el mundo, a sus compañeros de trabajo y a sus pacientes.
YESID ESTABA HACIENDO SU INTERNADO
Yesid Peña Barrios estaba haciendo su internado en el Hospital de La Hortúa desde hacía 2 meses.
Este joven de 22 años nacido en Fundación había estudiado su carrera en la facultad de medicina de la universidad Libre de Barranquilla.
Luego, se había ido a Yopal en donde realizó un internado durante seis meses y después llegó a Bogotá a hacer rotación en el pabellón de urgencias de la Hortúa.
Allí, fue reconocido por sus compañeros por su sentido del humor, su buen genio y su solidaridad.
Su familia viajó desde Barranquilla a reclamar el cadáver y ayer lo iban a trasladar a su tierra natal para enterrarlo.
Ayer, su muerte y las lesiones del estudiante John Smith Navarro provocaron tal conmoción en el grupo de estudiantes, que se reunieron en una asamblea durante varias horas para protestar por estos hechos y exigir seguridad para su ejercicio profesional.
- El Tiempo
- 19 de febrero de 1996
- .
El día de su grado en la Sagrada Familia |
No hay comentarios:
Publicar un comentario